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Ewan McGregor: “En cierta forma siempre sentí que era un cineasta”

Con la imagen del “bueno de la película” que tan bien se ganó en la realidad, es difícil imaginarlo a Ewan McGregor dando órdenes. Pero detrás del nuevo rol de director con la película ‘American Pastoral’, demuestra que puede brillar adelante y detrás de una cámara. Y entre los brillos de los flashes del Festival Internacional de Cine de Toronto, tuvimos el honor de compartir con él, nada menos que el estreno mundial de su nueva película en el prestigioso Teatro Princess of Wales, de Canadá.

- ¿Qué piensa Ewan McGregor actor del Señor McGregor director y qué piensa el Señor McGregor director de Ewan McGregor actor?

- (Risas) Para mi... no son dos sombreros diferentes. Yo siento que uno es la extensión del otro. Dirigir mi propia película siempre fue un sueño extraordinario, además de un gran desafío y un gran placer. Pero absolutamente creo que es una extensión del trabajo que vengo haciendo desde hace tanto tiempo como actor. Por eso creo que son las dos caras de un mismo trabajo. Claro que pueden parecer dos partes diferentes, es cierto, pero es solo el testamento de mi conocimiento como actor y son las diferentes partes de una misma persona. Es realmente el mejor testamento que pueda tener.

- ¿No es para nada difícil dirigir y actuar en la misma película?

- Mi única experiencia de actuar y dirigir es la razón por la que actúo. Yo siempre asumí que dirigir podía ser un buen lugar para juzgar las escenas de una película y estar en el medio es maravilloso. En este caso tampoco trabajé con nadie que necesitaba una dirección especial en términos de actuación. Solo tuve que ponerme al volante o sentir lo que pasaba. Y es un buen lugar, como director estar en el medio, trabajando con el resto de los actores. Te digo: todavía extraño estar en el estudio, filmando. Fue extraño llegar, dar un par de notas y después irme. Lo sentí muy natural. También tuve nueve meses para prepararme y todos esos meses soñé con ver lo que podía hacer con mis colegas. Y como actor, nunca estuve mejor preparado para representar un rol, porque es algo que había pensado durante nueve meses, en vez de los nueve días a los que estoy acostumbrado (Risas).

- Otros actores que dirigieron cine como Ben Stiller, Russell Crowe, Kevin Costner y Ben Affleck, a veces se quejan que al prestar tanta atención a la dirección no siempre se fijan tanto en su actuación...

- Personalmente, yo nunca sentí que había dejado lado el rol de director para actuar. Para mí, es lo mismo. Al final del rodaje tuve tres días donde no actué para nada. Es la escena del funeral y obviamente, yo estaba en un ataúd para que me vieran los actores. Pero no estaba actuando ese día ni los otros dos días donde filmamos la escena de la reunión en los años 90. Y sentí que ese era el proceso. Como director, hice algunos comentarios a los actores y después daba un paso atrás detrás del monitor. Y el resto del rodaje, discutíamos alguna escena y la volvíamos a filmar conmigo en el medio. De verdad, no sentí que tenía puesto dos sombreros diferentes. Era solo uno.

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- ¿No sentiste ninguna presión ni tuviste nervios aquel primer día en que te habías dado cuenta que todo el control de la película iba a pasar por tus manos, como director?

- Sí, estaba muy nervioso. La responsabilidad de dirigir lo que sea, es tremenda, en especial para los productores y todos los que habían leído la novela original. Es una responsabilidad para los profesionales que también trabajan en la película. Y también para mí, asegurándome que la película pueda representarme de la mejor forma, dejando mi firma como director.

- ¿En qué momento de tu carrera se te ocurrió que era hora de dirigir tu propia película?

- Yo siempre en cierta forma sentí que era un cineasta. Creo que todos los actores lo son. No salimos de un camarín para decir la letra y volver a encerrarnos. Somos todos cineastas, somos parte del cine. Y también sentí que tenía suficiente experiencia como para hacerlo. Pero claro, es algo que tampoco te das cuenta hasta que lo haces. Tuve la suerte de rodearme también de gente asombrosa que me ayudó mucho, desde el director de fotografía, el diseño de vestuario o el maquillaje y el peinado, la gente creativa con la que filmamos la película.

- ¿Qué factores identifican a un buen director?

- Tiene que ver mucho el carácter de cada uno y cómo ve lo que pasa o lo que quiere sentir en un estudio.

- ¿Y en tu caso, qué director de cine dirías que te influenció más?

- Yo tuve la suerte de trabajar con gente maravillosa y es algo que siempre disfruté mucho. Todos los directores con los que trabajé me inspiraron en alguna forma. Los actores tenemos la posición única de ser testigos del trabajo de directores diferentes. Y los directores, en cambio no pueden ver cómo trabajan otros directores. Es único. Danny Boyle jamás pudo haber estado en un mismo estudio con Martin Scorsese, como actor. ¿Se entiende lo que digo? Es un privilegio que tenemos los actores. Por eso siento que yo dibujé con el lápiz de todos ellos. Supongo que los factores técnicos los aprendí con mi primera película y el director era Danny Boyle, con la forma de ensayar con los actores, solos en el estudio, antes de empezar con el rodaje. Es algo que muchas veces se toma como una pérdida de tiempo, pero como actor también sé que no es bueno caminar por un estudio sin haber ensayado, con alguien que te diga donde pararte o donde sentarte para decir tus líneas. Yo también quiero ser parte de las decisiones. Por eso tampoco lo quise hacer con mis actores, en mi película. Nos sentamos durante semanas, para contarles como había imaginado las escenas y hablamos sobre las tomas o como podíamos filmarlas, esperando que yo también pudiera brindarles la suficiente libertad para cambiar y explorar algo diferente. No se puede planear una película, ejecutándola como si construyeras una casa. No funciona así. Hay algo mágico, siempre, en la creación de una escena, por toda la gente que está involucrada.

- Insistamos una vez más en el doble rol de actor y productor: ¿Qué es lo que más te gustó de tu dirección, como actor... si Ewan McGregor actor tuviera que opinar sobre el director Ewan McGregor?

- Ensayamos muchísimo. Pasamos noches enteras leyendo las escenas, hablando lo que nos parecía a cada uno, para después darles vida en el estudio de cine. Por ejemplo cuando me acercaba a Jennifer Connelly y trabajábamos en el estudio, no podíamos buscar al director, porque estábamos los dos solos. Y fue maravilloso tener ese espacio privado para encontrar las mejores escenas. Nos apoyamos mucho entre nosotros y también cambiamos bastante los planes, cuando quisimos. Para mí, era absolutamente esencial tener libertad de cambiar lo que sea antes de explorarlo en el estudio. Así es como encontramos nuestros roles como actores.

- ¿En algún momento discutieron con Dakota Fanning el lado político revolucionario de la historia, debatiendo la idea de poner bombas para imponer un ideal?

- La verdad, no discutimos demasiado con Dakota. Tratamos de mantener la verdad de las palabras del guion. No sé... todo se dio muy fácil en ese sentido. No discutimos demasiado y me parece bien. Al final del día, era la actuación de Dakota. A lo mejor te parece que la novela tiene esa tendencia de señalarla a ella como una loca, pero yo quise tratar de mostrar los dos perfiles del argumento. Y Dakota estuvo hermosa, mostrando los extremos de su vida, con una ínfima esperanza de cambiar. La forma en que Dakota se conecta con sus ojos es asombroso. Es la esperanza por la que mi personaje también se pasa su vida entera esperándola, en vez de dejarla ir.

- ¿El autor de la novela original, Philip Roth, llegó a ver la pelícua?

- Sí. Y era muy importante que a Philip le gustara el guion. Los nueve meses que tuve para prepararme, viví la novela de Philip Roth. La leí en cada momento que pude. Hay una excelente grabación donde Ron Silver lee el libro y yo lo escuchaba todo el tiempo en mi auto. De verdad sentí que había vivido esta novela. Y me enteré que a Philip le gustó mucho la película. Fue una total tranquilidad saberlo. Ni me había dado cuenta el miedo que yo tenía de que a él no le gustara. Era muy importante para mi, capturar la escencia de la novela y es exactamente lo que él nos expresó.

- ¿Cambiarías algo de la película si pudieras volver a filmarla?

- Por suerte, no hay ninguna escena de la película que siento que sobra. Hubo solamente un par de tomas que hicimos y por ciertas razones quedaron afuera, por los tiempos apropiados para contar la historia. Y estoy feliz de que todo esté donde está, porque siento que todas las escenas de la película son importantes.

- ¿Qué parte de la película crees que se conecta más con el público?

- Supongo que es una pregunta que debería contestar el público...

- ¿Cuántas películas más piensas dirigir? ¿Ya pensaste en la siguiente?

- No. Es interesante porque por un lado la experiencia fue increíble y la volvería a hacer. Pero por otro lado, la experiencia es muy costosa, con 16, 17 o 18 meses de mi vida, donde también tuve que ser padre, esposo y ser humano. Será por eso que me llevó 15 años querer hacerlo, porque también tenía que encontrar la historia que yo quería contar, para justificar semejante compromiso. Y la idea de volver a dirigir enseguida... no podría hacerlo a menos que encuentre la historia. Espero encontrar primero la siguiente. Pero no pienso apurarme. En cierta forma tengo la esperanza de que la historia me encuentre a mi, para tener la opción de volver a dirigir, porque es algo maravilloso.

Fotos: TIFF y Lakeshore Entertainment

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