José Morillo: El arte de tomar café

Si las reglas de perspectiva y proporción fueran las líneas de un cuaderno para colorear, concluiríamos que José Morillo, actualmente el más destacado exponente del estilo Naif dominicano, se resiste a seguirlas. Y es que, al margen de rígidos criterios estéticos, sus obras celebran las costumbres y tradiciones presentes en cada rincón del país, al tiempo que entremezcla figuras y personajes que solo viven en su interior. Su trabajo más reciente, Colección Arte de Café 2016 para Casa Cuesta, invita a reconocernos como lo que somos: un pueblo lleno de color, música, alegría y fe.

¿Cuáles son tus principales influencias artísticas?

Mi obra tiene influencia de los maestros haitianos. Soy un apasionado de André Pierre y Héctor Hyppolite, también del dominicano Justo Susana.

¿Por qué los temas mágico-religiosos y festivos son una constante en tu obra?

En cada rincón del país uno se encuentra con tradiciones, rituales y fiestas populares con mucho contenido religioso. Me apasionan estos temas porque desde pequeño he vivido en lugares donde se ponían de manifiesto todas esas tradiciones que alimentaron mi espíritu y son la base de mi trabajo.

Cuéntanos sobre tu proceso creativo.

El tiempo de creación de una pieza es relativo. Puedo durar desde dos o tres días hasta un mes, todo depende del tema y la cantidad de detalles en la obra. Cuando comienzo un cuadro no paro hasta terminarlo, trabajo todos los días de 8 de la mañana hasta entrada la tarde.

¿Qué fue lo que más te atrajo del arte?

Desde niño soñaba con ser pintor. Me atraían todas las pinturas callejeras que se exhibían en el malecón. A medida que iba creciendo visitaba galerías y veía con admiración todas las obras colgadas.

¿Cómo te gustaría ser recordado?

Como un artista que simplemente hacía su trabajo, sin andar rebuscando o teorizado sobre el arte.

¿Cómo influye la luz y el color en la realización de tus pinturas?

Son el fuerte de mi obra. Vivimos en un país tropical bañado de sol y lleno de color.

¿Desde cuándo y por qué decidiste vivir en Constanza?

Mi esposa es de Constanza y cuando nos casamos, decidimos vivir aquí. Siempre me ha gustado el campo, así que el poder vivir en Constanza me llena de inspiración y paz interior. Me siento como un niño con juguete nuevo.

¿Qué es lo que más te desagrada de tu oficio?

Lo que más me desagrada es pintar sin tener el deseo.

¿Y lo que más te agrada?

Contemplar la obra después de terminada tal y como la concebí.

Si pudieras cambiar algo de la práctica

del arte en RD, ¿qué sería?

Hacer que el gobierno y las instituciones privadas den más apoyo a los proyectos de los artistas.

¿Por qué decidiste participar en el proyecto Arte de Café? ¿Qué fue lo que más te gustó de la propuesta?

Siempre tuve el anhelo de participar para la colección Arte de Café. Una mañana, hace ya nueve meses, recibí la llamada de don Alejandro González Cuadra pidiéndome pasar por su oficina. Cuando nos reunimos, me planteó el proyecto y me manifestó su deseo de que formara parte. Estar en esta colección, junto a los más importantes artistas dominicanos, es un gran paso en la carrera de cualquier artista. Lo que más me gustó de esta nueva edición fue que por primera vez se tomó en cuenta a un artista naif. No hay bienal ni concurso que se asemeje a Arte de Café.

¿Se puede vivir del arte en RD?

Claro que sí, muchos lo hacen. Como todo, tiene sus altas y bajas, todo dependerá de la pasión que se le ponga.

Si un joven artista te pide un consejo,

¿qué le dirías?

Sobre todo que tenga mucha consistencia y perseverancia.

Cuéntanos sobre tus próximos proyectos

Tengo varios, algunos de ellos han surgido a raíz del lanzamiento de Arte de Café. Trabajo en ellos con entusiasmo.

De cerca

+ ¿Un vicio confesable?

Comer chocolates Snickers.

+ ¿Tu hora favorita del día?

Cuatro de la tarde.

+ Si no fueras pintor serías...

Mercadólogo o publicista.

+ Lo que nunca perdonarías...

La hipocresía y la arrogancia.

+ ¿Una meta que aún no has realizado?

Un libro exclusivamente de mis obras.

+ Lo que más admiras de otro es...

La humildad.

+ Si pudiera cambiar el mundo haría...

El edén.

Karla Hernández