Una vida que inspira

Se considera un fan de las redes sociales porque a través de ellas puede tener una conexión más directa con sus seguidores. A pocos minutos de hablar con él, notas su energía y esa pasión por la vida. Olvidas por completo que se trata de alguien que ha surgido de un sinnúmero de diagnósticos desalentadores. Su discapacidad motora no es otra cosa que el trampolín que le permitió descubrir sus verdaderas fortalezas. Él es Maickel Melamed, atleta, orador y escritor venezolano que estará en el país el próximo 3 de diciembre de la mano de Sportline América y la carrera “Flash Night Run”. Conoce su historia e inspírate.

¿Cómo inicia la historia de todo en lo que se ha convertido y ha conseguido al día de hoy?

Ese punto de partida es ese descubrimiento humano. Parte de esa necesidad de ser útil, porque hay un descubrimiento fundamental que dicta que cuando somos más útiles somos más felices. Sumé mis conocimientos de economista al verdadero talento que tenía con impulsar seres humanos.

Cuando se da ese salto, ¿qué lo impulsa a seguir esa línea?

Además de que hay una inquietud personal con todo este tema humano, coincide con una adversidad. Normalmente vemos esas adversidades como puntos negros. Yo le llamo aprendizajes que generan oportunidades. Fue la Tragedia de Vargas (1999), donde unas 60 mil personas murieron en mi país por el derrumbe de una montaña. Yo tenía muchas ganas de ayudar. La verdad era que las posibilidades de ayuda que había eran físicas y me sentí muy inútil, muy impotente por no poder ayudar a nadie en ese momento. Decidí, a partir de ahí, no sentir más nunca esa sensación de impotencia. Entonces comencé una búsqueda frenética por descubrir dónde estaba ese punto donde yo podía ser más útil a los demás, y donde yo podía explotar ese potencial que todos llevamos por dentro.

¿Se puede decir que, desde entonces, se ha convertido en un motivador?

No me gusta la palabra motivador porque de hecho no creo en la motivación como causa sino como consecuencia. Creo que la motivación es la consecuencia de una pasión. Yo me autodenomino como encendedor de chispas humanas, acompañante de camino, guía de procesos. Una de las cosas más importantes para nosotros es el valor de la coherencia. Entonces decidimos aplicar todos los conocimientos que predicábamos en nosotros mismos, y por eso es que comenzamos todo este camino deportivo. Para demostrar con hechos lo que decíamos con palabras.

¿Cómo definiría lo que significó la ayuda de tus padres en tu proceso de crecimiento, de formación?

Mis padres son esos propios encendedores de chispas personales que yo tuve. Ellos hicieron varias cosas. La primera lección que recibí de ellos es que no se detuvieron en culpar a nadie de lo que me pasaba a mí. Porque cuando se queda en la culpa entonces no puedes ver que es lo que tienes que enfrentar. Ellos pudieron haberse quedado pegados en un tema de negligencia médica, de rabia, pero decidieron perdonar para enfocarse en lo más importante, que era el amor que me tenían a mí y el cual agradezco, porque gracias a esa decisión es que estoy aquí, hablando contigo, y hago lo que hago.

Segundo, mi padre es una persona total y absolutamente exigente conmigo, mucho más que como lo era con mis hermanos cuando estábamos pequeños. Creo que soy su producto.

Y mi madre, dentro de su propia adversidad por una situación particular de salud, me enseñó a arriesgar. Cuando yo tenía dos años me lanzó a una piscina con un instructor y se fue. Es esa historia de soltar. ¿Sabes lo difícil que es para un padre tener que soltar, no estar? De no estar cuando yo necesitaba que no estuviera. Es una combinación brutal entre amor, exigencia, estar y no estar.

Hay un testimonio suyo que leí sobre cuando vio a su sobrino dar su primer paso. Me gustó muchísimo porque explica qué significa dar el primer paso. Dicen que es el más difícil.

El hecho no es que sean los más difíciles. Es que son los más difíciles en las cabezas de las personas. Cuando uno da el primer paso se da cuenta de que no era tan difícil. Yo lo llamo el efecto piscina. A nadie le gusta lanzarse a la piscina antes de hacerlo, pero cuando estás adentro, nadie te saca. Es circunstancial. Porque cuando se trata de una aventura, el primer paso es muy apasionante, te impulsa. Entonces, todo depende de la perspectiva.

¿Cómo enfrenta sus miedos?

Con pasión. El miedo es libre dicen por ahí. Es gratis, es válido, es muy válido tener miedo. El tema con el miedo, si lo aceptamos como una emoción válida, entonces hay que ponerle al lado algo más grande para que tenga sentido darle paso. Puede ser una pasión, un sentido, un para qué, un para quién más grande o el coraje.

¿Qué limita más la mente o el cuerpo?

No es qué limita más, es qué limita (risas). Porque el cuerpo tiene un límite, pero es un límite sano. El límite mental no es sano. Porque en verdad la mente es infinita, es ilimitada. Por eso limitar la mente no es sano. El cuerpo tiene límites físicos que ya se ha demostrado con experiencias vivas e incluso estudios científicos, porque cuando se trasciende los límites de la mente el cuerpo va mucho más allá de las fronteras.

¿Cuál podría decir Maickel que es su mayor satisfacción de todo esto que está realizando y que le está dando la vuelta al mundo?

Hablar contigo (risas). Porque al final se trata de vivir cada segundo y es entender que tú como persona... Por cierto, no recuerdo tu nombre...

Soy Nazaret...

¡Ah, Nazaret! Qué nombre tan simbólico y tan bonito. Oye Nazaret, yo sé que a través de esto que estoy diciendo vas a impactar a mucha gente. Pienso que lo más importante es ese contacto con la gente e impactar vidas. Vuelvo al inicio de tu entrevista: a ser útil. Mientras más útil eres, más feliz.

La pregunta que no puede faltar, ¿qué pueden esperar los dominicanos de su visita al país?

Primero agradecer a la empresa Sportline por llevarme. La verdad es que estamos muy agradecidos con esta posibilidad que nos dan de conectar y compartir con el público dominicano. Lo que pueden esperar, más que conferencia o intervención, es una experiencia compartida, llena de energía, de herramientas y de conexiones con la vida de cada quien, donde vamos a aprender todos, incluso yo, eso que me permite hacer mi vida una más efectiva, feliz, alegre y, sobre todo, más conectada con el otro. Tenemos que convencernos de que para lograr cosas extraordinarias tenemos que desprendernos de nosotros mismos y conectarnos con el otro para trabajar en equipo y lograr cosas extraordinarias. No importa cuál sea tu circunstancia, la adversidad e incluso el nivel: si eres un ejecutivo, un estudiante o un atleta.

Nazaret Espinal