El real brasileño cae bruscamente a raíz del resultado electoral

El lunes, el real brasileño fue la moneda con el peor desempeño en el mundo entero y las acciones se desplomaron después de que la actual presidenta Dilma Rousseff ganara por un estrecho margen las elecciones del domingo que dividieron el país entre ricos y pobres.

Los inversores reaccionaron con preocupación ante la perspectiva de otros cuatro años de gobierno de la Sra. Rousseff, una presidenta de centro-izquierda considerada como intervencionista, lo que debilitó el real hasta en un 3.1 por ciento frente al dólar para llegar a R$2.551, su nivel más bajo en nueve años y medio.

Ibovespa, el índice de referencia de las acciones de Brasil, cayó 5.48 por ciento a 49,093.82 puntos al abrir el día, mientras que otros activos brasileños también cayeron bruscamente. El Lyxor ETF Brasil cayó un 10.4 por ciento a un mínimo de siete meses en París y a 11.6 por ciento en Milán, mientras que las acciones del ETF iShares MSCI Brasil en Alemania cayeron un 8.8 por ciento.

“Debido a la debilidad de la economía y al sentimiento negativo entre las empresas y los inversores, Dilma debe anunciar, lo antes posible, los nombres de su equipo económico para calmar a los mercados”, dijo Luciano Rostagno, estratega en jefe de Banco Mizuho do Brasil.

La Sra. Rousseff ganó la elección más reñida y amargamente combatida de Brasil el domingo por cerca de 3 puntos porcentuales, con casi el 52 por ciento de los votos, en contra de su rival, Aécio Neves, el candidato pro empresarial del partido de oposición PSDB, en gran parte debido a su apelación a las clases pobres y medias bajas del país.

Ella y su predecesor y mentor, Luiz Inácio Lula da Silva, pintaron al Sr. Neves como un rico “playboy” que pondría fin a los beneficios de bienestar social – acusaciones negadas por el líder de la oposición – y se demostraron firmemente en contra de los mercados durante la campaña electoral.

Su única concesión a los inversores fue su promesa de despedir al ministro de Hacienda, Guido Mantega, cuando expire su primer mandato este año, pero no ha indicado un reemplazo hasta la fecha.

Los analistas dijeron que solamente el nombramiento de un ministro favorable a la actividad empresarial – seguido de acciones creíbles para fortalecer las cuentas fiscales y el control de la inflación – podrían tranquilizar a los mercados, que la ven como la verdadera responsable de la política en materia económica. Su gobierno ha sido acusado de interferir en el control de la moneda, así como con los precios del combustible y de la energía y, según algunos críticos, con las tasas de interés.

Mientras que ella mantuvo el desempleo en mínimos históricos utilizando medidas de estímulo fiscal, el índice Bovespa perdió el 50 por ciento de su valor en términos de dólares durante su primer mandato, que comenzó en 2011, según Bloomberg. Sólo los índices en Chipre, Kazajstán y Ucrania han tenido un peor desempeño.

El real se ha depreciado un 33 por ciento frente al dólar y la economía ha crecido a su ritmo más lento desde el principio de la década de 1990.

La empresa más importante de Brasil, la petrolera estatal Petrobras, ha perdido el 40 por ciento de su valor de mercado y se ha convertido en el foco de un caso de corrupción en el que la coalición de gobierno de la Sra. Rousseff ha sido acusada de aceptar sobornos por un valor de 3 por ciento de todos los contratos. El PT niega con vehemencia la acusación.

Tony Volpon, economista de Nomura, dijo que los esfuerzos de la Sra. Rousseff en su primer término representaron un intento “inadecuado” para responder ante un entorno mundial más difícil, sobre todo al final del superciclo de las materias primas que ayudaron a financiar un auge del consumo en Brasil.

“A pesar de que la oposición, a menudo con razón, culpa a las políticas de la Sra. Rousseff por el bajo rendimiento económico, estas políticas fueron, aunque insuficientes, intentos genuinos por responder a un entorno externo menos favorable”, dijo.

Ella ahora necesita recuperar el apoyo de los estados económicamente importantes en el sur y sureste del país, que en su mayoría votaron abrumadoramente en contra de ella, si ella desea reorientar la economía hacia una recuperación con un mayor impulso de la inversión privada.

“Sin su apoyo hay pocas posibilidades de que Brasil pueda experimentar el aumento de las tasas de inversión – que en un mísero 17 por ciento del PIB son las más bajas de cualquiera de las principales economías de los mercados emergentes “, dijo el Sr. Volpon.

Las agencias de calificación han indicado que rebajarán la clasificación de Brasil si no mejora su crecimiento. La economía cayó en una recesión técnica en la primera mitad del año.

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Diario Libre