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Segundo cañonazo

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Segundo cañonazo

Una semana después de la primera, el Banco Central publicó ayer la segunda parte de sus consideraciones sobre la informalidad laboral. Más extensa y detallada que la primera, esa segunda parte responde a los cuestionamientos de "un grupo empresarial" y "algunos analistas".

Aunque declara que no intenta decir que la informalidad es mejor que la formalidad, reitera conclusiones que implican que mantenerse como informal puede ser una decisión racional y atinada, dadas las características del empleo formal.

No escatima pólvora. Incluye una tabla donde la República Dominicana aparece con el segundo más bajo salario mínimo real en empresas pequeñas, después de México, y un gráfico en el que es el único país, entre los 17 de una muestra, donde el salario mínimo real muestra una tasa promedio negativa de crecimiento anual entre el 2000 y el 2013. Culpa a ese hecho de impedir que la pobreza disminuya, y lo acentúa, diciendo que comparados con el 1979, los salarios mínimos reales en el 2013 son más bajos en 51.3% en las zonas francas, 44.1% en el sector público y entre 8.2% y 44.1% en las empresas, según su tamaño.

Siempre sensible en cuanto a su capacidad técnica, el BC rechaza los planteamientos de "los líderes empresariales", que han cuestionado su metodología, y les responde que la metodología incorrecta es la de ellos. Les atribuye comparar "peras con manzanas", al combinar todos los deciles de ingresos, asumiendo que la proporción entre formales e informales es la misma. Niega que los ingresos formales superen a los informales en todos los casos. Y reafirma que para la gran mayoría ocurre lo opuesto, siendo la diferencia tanto mayor cuanto más altos sean los ingresos.

Presenta aclaraciones sobre la medición de la informalidad que servirán para el debate técnico, pero no pondrán punto final a la controversia, pues en juego está la equidad del crecimiento económico y de la distribución de los ingresos y la riqueza.