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Contienda de dos años

Si preguntáramos el motivo por el que alguien propondría cosas que de antemano sabe es improbable que sucedan, la respuesta podría ser que lo hace para desacreditar a sus adversarios, o para que quede constancia de que las propuso, o ambos motivos a la vez.

El presidente Obama, en su discurso del martes sobre el Estado de la Unión, presentó un gran número de propuestas, varias con importantes implicaciones económicas. Algunas de ellas, sin embargo, con el Congreso bajo el control de la oposición republicana, tienen pocas posibilidades de convertirse en realidad, como son el aumento de impuestos a la minoría más rica de la población y la rápida eliminación de las sanciones a Cuba. Otras iniciativas incluyeron la enseñanza universitaria media gratuita por dos años, ayudas a los deudores hipotecarios, exenciones tributarias para la clase media y un incremento en el salario mínimo.

Obama fue varias veces ovacionado durante su discurso por los congresistas demócratas. No deja de ser irónico que entre esos que le ovacionaron estuvieran aquellos electos en noviembre pasado que en su mayoría ni siquiera quisieron que Obama figurara en su campaña, para no contagiarse de su impopularidad.

Es difícil para un presidente que lleva más de seis años gobernando, parte de ellos con el Congreso a favor, anunciar cosas ahora, como el cierre de Guantánamo, que pudo haber hecho antes. Reclamó como éxito de su gobierno la actual recuperación económica, aunque es discutible si después de tantos años ésta se debe a las medidas tomadas o a otras causas.

La combinación de sus propuestas con críticas a proyectos como el oleoducto de Alaska, marcan las líneas de la contienda política que tendrá lugar en los EE.UU. hasta las elecciones de noviembre del 2016. Es evidente que Obama quiere retomar la ofensiva al final de su segundo período, a fin de borrar la imagen de que llevó a su partido a la derrota.

gvolmar@diariolibre.com