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El ataque a una mezquita lleva a Irak a otra encrucijada

Ocurre en momentos en que el primer ministro intenta formar gobierno

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El ataque a una mezquita lleva a Irak a otra encrucijada
Milicias chiíes.

BAGDAD | MOSUL. Unos 70 suníes fallecieron ayer por los disparos efectuados por milicianos chiíes contra una mezquita en la provincia oriental de Diyala, en un grave incidente sectario que ya ha tenido repercusiones políticas en Irak.

Este ataque ocurre cuando el primer ministro designado, Haider al Abadi, intenta formar Gobierno y atraer a su proyecto a suníes y kurdos para luchar contra los yihadistas del grupo radical Estado Islámico (EI).

La respuesta de los grupos suníes no se hizo esperar. El movimiento Diyala es Nuestra Identidad, encabezado por el nuevo presidente del Parlamento, Salim al Yaburi, y la Coalición Al Arabiya se retiraron de las consultas para formar Gobierno.

Ambos bloques, que cuentan con quince diputados, condicionaron su participación a que los autores del ataque sean presentados ante la Justicia en 48 horas y a que se indemnice a las víctimas.

El ataque tuvo como blanco la mezquita de Musaab bin Omair en la localidad de Bin Wais, coincidiendo con el multitudinario rezo del mediodía de ayer.

Además de los grupos políticos suníes, también testigos elevaron a 70 el número de fallecidos, pero fuentes oficiales y de seguridad rebajaron esta cifra a una treintena de personas o incluso menos.

Un activista suní, citando a testigos, explicó a Efe que los milicianos chiíes afines al Ejército lanzaron varios proyectiles antes de abrir fuego con ametralladoras de forma indiscriminada.

Después de la masacre, asediaron la mezquita durante treinta minutos e impidieron que se trasladara a los heridos a los hospitales, según este activista de la red Gran Revolución Iraquí.

Habitantes de la zona señalaron que el ataque fue una venganza por el estallido poco antes de varias bombas contra voluntarios chiíes, que causaron la muerte a seis personas.