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Almudena Grandes: sobrevivir es la hazaña más noble

"Tengo una relación como del siglo XIX con mi editor, somos como íntimos amigos"

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Almudena Grandes: sobrevivir es la hazaña más noble
MÉXICO. Con una predecesora de más de 700 páginas y otra de 424, llegó la tercera entrega de la serie "Episodios de una guerra interminable" de Almudena Grandes: "Las tres bodas de Manolita", un imponente volumen de 760 páginas éxito de ventas en su lanzamiento a comienzos de año en España y que ahora es presentado personalmente por la autora en México.

"En otras épocas era una cosa más normal, ahora parece que llama más la atención", dijo Grandes en entrevista con The Associated Press sobre su gran proyecto para contar la historia del franquismo en seis novelas de las cuales ya ha publicado "Inés y la alegría" y "El lector de Julio Verne".

"Tengo una relación como del siglo XIX con mi editor, somos como íntimos amigos", dijo sobre la confianza que le dio la editorial Tusquets para arriesgarse con la serie.

La madrileña nacida en 1960 quería escribir una novela partiendo de la memoria de su generación. Había estudiado historia y creía que con lo que sabía de la Guerra Civil era suficiente, pero al prepararse para sus "Episodios" descubrió que "no era nada", por lo que prácticamente sólo se dedicó a investigar sobre el tema durante una década.

"Me enganché a la historia contemporánea de mi país, me enganché como se enganchan los niños a los videojuegos", dijo. "Lo hacía para comprender primero qué es lo que había pasado en mi país y para comprender en segundo lugar por qué yo creía que lo sabía todo. A mí me inquietaba saber qué había pasado para que todos creyéramos que lo sabíamos todo y luego resultara que no sabíamos nada".

Para Grandes no se puede comparar la situación actual de España con la que vivieron mujeres como su personaje Manolita Perales en la posguerra, pero sí es deplorable.

"Yo creo que España está realmente mal", apuntó. "Para ser un Estado democrático parlamentario, teóricamente equiparable a cualquier otro de Europa y de los más modernos, está fatal, porque es un país que apesta, porque la corrupción crece a una velocidad astronómica, porque los ciudadanos han perdido la fe en la democracia".

Las expresiones como su novela, que han tratado de abrir el debate sobre el franquismo, son para la autora fruto del esfuerzo de los ciudadanos.

"La sociedad civil ahí ha ido muy por delante de las instituciones, muy por delante del gobierno", dijo Grandes, quien esta semana presentará su libro en la Universidad del Claustro de Sor Juana y el domingo en la Feria de Oaxaca. "Hay una generación de españoles, la generación de los nietos de quienes lucharon la Guerra Civil, que al cumplir aproximadamente 40 años hicimos balance, miramos hacia atrás y nos dimos cuenta que lo que nos habían contado no nos valía... el asunto de la memoria es el gran tema de mi generación".

En "Las tres bodas" Grandes continúa con el modelo que adoptó para la serie en el que mezcla personajes de ficción, como la propia Manolita, con personajes reales como su hermana Isabel Perales, quien fue una niña "adoptada" por el Estado español como otros 11.000 menores, mientras sus padres estaban en la cárcel.

"Me contó cómo la llevaron a un colegio de Bilbao con la promesa de darle educación y cómo en realidad la obligaron a trabajar y la habían explotado durante años", dijo Grandes sobre los llamados niños esclavos del franquismo, que como parte de su educación trabajaban sin recibir ninguna paga y no podían salir de las escuelas hasta que sus padres quedaran libres.

"El gran negocio de coger hijos de presos consistía en que el Estado les daba una cantidad para la manutención y normalmente los colegios se gastaban la mitad y todo lo que se ahorraban era para ellos... sí, era una barbaridad, pero es que lo que pasó en España después de la guerra es una barbaridad, pero una detrás de otra".

Manolita pasa hambre y sufre bastante al tener que mantener a sus cuatro hermanos menores, pero es según Grandes quien le "ha permitido escribir una novela sobre esta época espantosa que no sea triste".

"Yo quiero que esta novela sea la voz de los resistentes, de los que dijeron que no y claro los resistentes no tienen nada que ver con la tristeza, el concepto clave de la resistencia es la alegría", apuntó Grandes, quien el martes por la noche tendría un diálogo con la periodista Cristina Pacheco en el Palacio de Bellas Artes.

"De todos los personajes de la literatura a mí los que más me gustan siempre han sido los supervivientes, yo creo que de todas las hazañas no hay ninguna tan noble, ni tan esencialmente humana ni tan digna como sobrevivir. Pero nunca me había inventado una superviviente tan terca, tan salvaje y tan dispuesta a sobrevivir a cualquier precio como Manolita Perales, había veces que me levantaba a escribir y sentía que ella era la coautora de la novela".

A Manolita la casan con un preso porque es el único que sabe usar unas multicopistas, con las que los republicanos planeaban hacer panfletos. Estando en la fila de la cárcel para visitar a su marido descubre que sonreír es una mejor arma que el odio.

"Manolita es un símbolo de este tipo de mujeres anónimas, que hubo muchas y que son heroínas auténticas, aunque nadie las haya reconocido, aunque no fueran armadas; esas mujeres que se las apañaban para educar a sus hijos solas, para alimentar a sus hijos, para alimentar a sus esposos en la cárcel, para hacer política y para estar de buen humor", sostuvo la autora.