Agustín Ramos: La gran novela mexicana es rural
Diario Libre
MEXICO .- En su más reciente novela el mexicano Agustín Ramos retrata un levantamiento indígena en el siglo XVIII con muchas voces y estilos y de manera no lineal.
"Justicia mayor" es narrada en 1808 por el hijo del abogado que defendió la causa de los indígenas, la voz del abogado y las personas directamente involucradas en el conflicto, como Pedro José de Leoz, un ambicioso funcionario español apodado "el justicia mayor", o Jacinto García, uno de los dirigentes del movimiento.
"La propia dinámica de la historia exige una forma como la que yo tuve, necesitaba pensar varias palabras, varias voces, para expresar diferentes puntos de vista sobre un mismo hecho", dijo Ramos en una entrevista reciente con The Associated Press. "Traté de que tuviera esa variedad más que nada para divertirme, pero siento que lo hacía de una manera disciplinada, un juego en serio, que es lo que siento que es la literatura".
El autor ya había escrito libros que transcurren en el siglo XVIII, como "Verdad buena", "La visita" y "De oficio soy escribiente".
"Soy un curioso de la época", dijo Ramos. "Ahí me parece que están las claves de lo que somos, ahí se decide el destino del México actual, de las cosas que pasan y dejan de pasar en ese momento depende mucho de nuestro presente".
Y de la misma manera ha situado otras de sus historias, como "Tú eres Pedro" y "El duende de las minas", en Hidalgo, el estado donde nació y vivió sus primeros años. Hidalgo es un estado minero, pobre, creado durante la presidencia de Benito Juárez con municipios del antiguo Estado de México, y con una gran multiculturalidad.
"La gran novela mexicana es, ha sido y seguirá siendo una novela rural, le pese a quien le pese y lo demás son copias y malas copias", afirmó Ramos, quien también vivió una temporada en Washington con una beca Rockefeller de literatura.
"La infancia nos lleva siempre al campo a donde vivimos y a donde crecimos, incluso la Ciudad de México es muy provinciana en algún momento dado", agregó el autor, al tiempo que mencionó "Batallas en el desierto" de José Emilio Pacheco y "Yo te conozco" de Héctor Manjarrez como ejemplos.
Aunque está consciente de que en la época que retrata en "Justicia mayor" había mucha discriminación, carencias e injusticias, no diría que la situación actual del país es mejor.
"Estamos muchísimo peor porque es nuestro tiempo, es una etapa atroz, de inquisidores, de traición constante a las convicciones de la gente, porque nos está rigiendo ahora más que nunca el dinero", señaló.
En la novela los indígenas otomíes de Tutotepec viven oprimidos por las autoridades españolas, incluyendo a Pedro José de Leoz y sus tenientes, pero Ramos dijo que evitaban caer en los levantamientos, recurriendo a instancias legales para tratar de negociar. La violencia era la última opción.
"Fundamentalmente lo que había, más que una sumisión o más que una cobardía, era un sentido muy claro de la prudencia: tú no te puedes levantar con quien te va a aplastar, pero eso no quiere decir que lo aceptaran", dijo Ramos. "Encontraron muchas formas de rebelarse, una de ellas es seguir viviendo, y si te fijas para las atrocidades que se han hecho contra los indígenas mexicanos, simplemente 20 millones de indígenas muertos en 10 años (durante la colonización), es increíble que sigan tan vivos".
Por su pate De Leoz fue un joven que quiso encontrar la fortuna viajando a América pero que no tuvo "buenos padrinos" que le hicieran cumplir fácilmente sus metas.
"Se dedica a lo que se dedican todos los que están arriba que vienen de muy abajo, es decir, a traicionarse a sí mismo y a enriquecerse a costa del dolor de la gente", dijo Ramos, quien mencionó como influencias para su historia a la novela picaresca española, a Daniel Defoe, Laurence Sterne y Jonathan Swift.
"Justicia mayor" es narrada en 1808 por el hijo del abogado que defendió la causa de los indígenas, la voz del abogado y las personas directamente involucradas en el conflicto, como Pedro José de Leoz, un ambicioso funcionario español apodado "el justicia mayor", o Jacinto García, uno de los dirigentes del movimiento.
"La propia dinámica de la historia exige una forma como la que yo tuve, necesitaba pensar varias palabras, varias voces, para expresar diferentes puntos de vista sobre un mismo hecho", dijo Ramos en una entrevista reciente con The Associated Press. "Traté de que tuviera esa variedad más que nada para divertirme, pero siento que lo hacía de una manera disciplinada, un juego en serio, que es lo que siento que es la literatura".
El autor ya había escrito libros que transcurren en el siglo XVIII, como "Verdad buena", "La visita" y "De oficio soy escribiente".
"Soy un curioso de la época", dijo Ramos. "Ahí me parece que están las claves de lo que somos, ahí se decide el destino del México actual, de las cosas que pasan y dejan de pasar en ese momento depende mucho de nuestro presente".
Y de la misma manera ha situado otras de sus historias, como "Tú eres Pedro" y "El duende de las minas", en Hidalgo, el estado donde nació y vivió sus primeros años. Hidalgo es un estado minero, pobre, creado durante la presidencia de Benito Juárez con municipios del antiguo Estado de México, y con una gran multiculturalidad.
"La gran novela mexicana es, ha sido y seguirá siendo una novela rural, le pese a quien le pese y lo demás son copias y malas copias", afirmó Ramos, quien también vivió una temporada en Washington con una beca Rockefeller de literatura.
"La infancia nos lleva siempre al campo a donde vivimos y a donde crecimos, incluso la Ciudad de México es muy provinciana en algún momento dado", agregó el autor, al tiempo que mencionó "Batallas en el desierto" de José Emilio Pacheco y "Yo te conozco" de Héctor Manjarrez como ejemplos.
Aunque está consciente de que en la época que retrata en "Justicia mayor" había mucha discriminación, carencias e injusticias, no diría que la situación actual del país es mejor.
"Estamos muchísimo peor porque es nuestro tiempo, es una etapa atroz, de inquisidores, de traición constante a las convicciones de la gente, porque nos está rigiendo ahora más que nunca el dinero", señaló.
En la novela los indígenas otomíes de Tutotepec viven oprimidos por las autoridades españolas, incluyendo a Pedro José de Leoz y sus tenientes, pero Ramos dijo que evitaban caer en los levantamientos, recurriendo a instancias legales para tratar de negociar. La violencia era la última opción.
"Fundamentalmente lo que había, más que una sumisión o más que una cobardía, era un sentido muy claro de la prudencia: tú no te puedes levantar con quien te va a aplastar, pero eso no quiere decir que lo aceptaran", dijo Ramos. "Encontraron muchas formas de rebelarse, una de ellas es seguir viviendo, y si te fijas para las atrocidades que se han hecho contra los indígenas mexicanos, simplemente 20 millones de indígenas muertos en 10 años (durante la colonización), es increíble que sigan tan vivos".
Por su pate De Leoz fue un joven que quiso encontrar la fortuna viajando a América pero que no tuvo "buenos padrinos" que le hicieran cumplir fácilmente sus metas.
"Se dedica a lo que se dedican todos los que están arriba que vienen de muy abajo, es decir, a traicionarse a sí mismo y a enriquecerse a costa del dolor de la gente", dijo Ramos, quien mencionó como influencias para su historia a la novela picaresca española, a Daniel Defoe, Laurence Sterne y Jonathan Swift.
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