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Dominicana condenada por narcotráfico en Massachusetts, encarcelada 33 años después

Fue sentenciada en 1983 a un año de prisión

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Dominicana condenada por narcotráfico en Massachusetts, encarcelada 33 años después

NUEVA YORK. Treinta y tres años después de haber sido condenada a un año en la cárcel por narcotráfico y posesión ilegal de un arma, la dominicana Nelly Rincón Rodríguez fue enviada a prisión a cumplir la sentencia por la Corte Superior de Salem, en Massachusetts.

Rincón Rodríguez fue arrestada en 1983 confiscándosele 60 bolsas de heroína y una pistola, y fue sentenciada al año de prisión, pero no cumplió la pena. Su novio, Manuel Carrasco, también fue detenido y acusado por los mismos cargos.

Ahora tiene 54 años de edad y cinco hijos, y ha estado residiendo en la ciudad de Elizabeth, en New Jersey, donde se mudó desde Lynn, en Massachusetts.

Si no es ciudadana americana y será deportada a la República Dominicana, después que purgue el tiempo ordenado por el juez de la Corte Superior de Salem, en Massachusetts, el jueves de la semana pasada, luego de que Rincón Rodríguez fue encontrada en una búsqueda en el Banco de Datos del Departamento de Seguridad Nacional, cuyos oficiales consiguieron una orden judicial para su captura.

John Haggerty, abogado de la dominicana, pidió al magistrado anular el caso, alegando que ella debe ir a un nuevo juicio debido a fallas técnicas en el proceso original.

“La condena contra ella en 1984 fue injusta, porque su novio también tenía el mismo abogado, siendo coacusado en el caso, lo que representó un conflicto de intereses, drásticamente rechazado por el sistema jurídico de los Estados Unidos”, añadió el defensor de la dominicana.

“La señora Rincón Rodríguez tampoco entendía absolutamente nada del idioma inglés ni del proceso en su contra en esa época”, explica el abogado.

“Nunca debió haber sido reapresada”, reclama el defensor de la mujer.

El inusual caso ha llamado la atención de medios y expertos en materia judicial de Massachusetts, entre los cuales unos cuestionan la decisión del juez y otros la refrendan.

La fiscalía no ha respondido a la petición de un nuevo juicio para Rincón Rodríguez y esa parte podría tomarse más de seis meses, por lo que la dominicana ya habría cumplido casi la totalidad de la sentencia.

La distribución de heroína se había salido de control en Lynn (Massachusetts) para 1983 y el fiscal en la época, Howard Whitehead le dijo al juez Ernest Hayeck durante la audiencia de sentencia de Rincón Rodríguez que ella y su novio eran parte de una poderosa banda de tráfico de heroína que estaba matando numerosos adictos.

La Policía Estatal en la costa Norte había recibido un aviso de que una pareja de Lynn estaba vendiendo drogas fuera de un apartamento del segundo piso en la calle Franklin.

La patrullera Donna Nicolosi fue con una orden de allanamiento, el 29 de noviembre de 1983, a las 8:30 de la noche, con un equipo de policías estatales que registraron la vivienda de Rincón Rodríguez y Carrasco, hallando la heroína y el arma.

Hay una controversia sobre si la policía había anunciado su presencia, pero estaba claro que el novio de Rincón Rodríguez sabía que los agentes estaban afuera y él, y otro hombre fueron encontrados en el baño tratando de tirar las 60 bolsas de heroína por el inodoro.

Rincón Rodríguez tenía ocho meses de embarazo en ese momento y estaba sentada en una mesa en la cocina.

La policía también encontró algunos gramos de cocaína en el apartamento, así como una pistola que supuestamente tenía ilegalmente la dominicana.

El informante de la policía había sido muy específico sobre ciertos detalles acerca de viajes de la pareja de ida y vuelta a Boston en un carro Chevrolet Malibú, verde, para recoger las drogas en el Oldsmobile de un cliente.

El defensor de la pareja, Ronald Segal, atribuye fallas técnicas en el proceso contra la pareja y pidió que la evidencia fuera suprimida, pero el juez le negó la moción.

Después de eso, Segal y otro fiscal, en el momento, Ray Buso, acordaron un juicio sin jurado en la que las dos partes coincidieron en la evidencia, pero dejaron a decisión de un juez para determinar la culpabilidad y la sentencia, mientras Carrasco y Rodríguez Rincón apelaban.

En sólo ocho minutos el juez Hayeck tomó la decisión el 17 de diciembre de 1984.

Rincón Rodríguez y Carrasco fueron interrogados por el juez sobre si entendían sus derechos y los cargos criminales, a lo que, según las transcripciones de la fecha, ambos dijeron que sí.

“¿Están satisfechos con su abogado y su trabajo de representarlos?”, les preguntó el magistrado a la pareja.

Después de escuchar al fiscal y el abogado de la defensa, el juez le dictó a la mujer y a su novio una sentencia recomendada por la fiscalía de dos años y medio de cárcel (30 meses), con un año en las rejas y una suspensión de tres años, pero en libertad condicional, junto con una pena de cárcel de un año adicional para Rincón Rodríguez por el arma de fuego.

El juez mantuvo la sentencia a la espera del resultado de la apelación sometida por el abogado de la pareja, ordenándoles a los dos visitas y exámenes periódicos de orina y sangre con un oficial de corrección.

Ninguno de los dos cumplieron la orden del juez y tampoco vieron a ningún oficial de libertad condicional.

En 1988, sin ningún signo de una apelación que se presentara, el fiscal Elin Graydon pidió a un juez que ordenara a la pareja comenzar a cumplir la condena.

Un año antes, Carrasco también había sido acusado en la costa Sur de tráfico de cocaína, según el récord de la corte.

Rincón Rodríguez se comprometió a chequearse con un oficial de libertad condicional, pero tampoco cumplió con ese acuerdo.

Viajaría a la República dominicana

Al parecer, Rincón Rodríguez quería escapar a la República Dominicana y el 21 de junio de este año estaba a punto de abordar un avión para unas supuestas vacaciones en su país natal cuando volvió a ser detenida con la orden de arresto y fue encarcelada.

Ha estado presa desde esa fecha, y estuvo dos semanas en la cárcel de Rikers Island en Nueva York, antes de ser extraditada a Massachusetts.

“Es el momento de ejecutar la sentencia”, dijo el juez de la Corte Superior de Salem, Timothy Feeley.

El abogado Haggerty rogó al juez que le permitiera a Rincón Rodríguez permanecer libre, mientras se conoce su moción para un nuevo juicio, ofertando que a la mujer se le vigilara por un brazalete GPS, alegando que su clienta ha estado fuera de problemas desde su primera detención en 1983.

Pero el magistrado se rehusó recordando que dijo que Rincón Rodríguez salió de la corte en 2006 y no regresó.

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