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En directo - Mal, pero No Arruinados

Cuatro de cada cinco dominicanos, según las encuestas Gallup - Hoy de agosto pasado, consideran que el país va por mal camino.Por otra parte, el 63 por ciento de los entrevistados desaprobó el trabajo del presidente Leonel Fernández.

Algo parecido sucede en la gran mayoría de los países del mundo, entre ellos varios de los más ricos: Estados Unidos, Inglaterra, Italia y España, por sólo citar algunos.

Por ejemplo, el presidente Barack Obama, de los Estados Unidos, es desaprobado por el 53% de la población. En Italia, el primer ministro Berlusconi está en su peor momento político. En España, la situación es tan grave que el presidente Zapatero tuvo que adelantar las elecciones nacionales.

Y no es para menos. La economía mundial entró en crisis desde mediados del año 2008. En los Estados Unidos, por ejemplo, decenas de bancos grandes y medianos quebraron o tuvieron que recibir el apoyo financiero del gobierno. También empresas aseguradoras e importantes fábricas de automóviles, aumentando el nivel de desempleo. Juan Bosch acostumbraba a decir que cuando la economía norteamericana tose la dominicana padece de pulmonía. En realidad, es universal el principio de que cuando la situación económica no anda bien, la población considera que las cosas van por mal camino. La crisis tiene múltiples raíces: una circulación extraordinaria de dinero provocada por largos períodos de muy bajas tasas de interés por parte del Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos; falta de regulación de entidades financieras no bancarias; desequilibrios macroeconómicos globales; dudas respecto a la estabilidad futura del valor de cambio del dólar, entre otras.

Por otro lado, el cambio climático y el encarecimiento del petróleo, como resultado de incrementos en la demanda que duplican los correspondientes a la producción, ha motivado el uso de una parte de la producción agrícola en la elaboración de etanol, alterando los precios de mercado de aquellos.

Todo ello implica el papel extraordinario que de un tiempo hacia acá ha jugado la especulación en el comercio mundial.

Una proporción importante de las ventas a futuro del petróleo y de alimentos fundamentales como el maíz, el sorgo, y la soya, entre otros, es adquirida no por países y/o empresas consumidoras de dichos productos, sino por bancos y otras instituciones administradoras de fondos de inversiones que prefieren especular con los precios de los llamados conmodities, a invertir en la compra de bonos del Tesoro de los Estado Unidos o, sencillamente, a engrosar cuentas de ahorros en el sistema bancario, puesto que ambos pagan muy bajos intereses.

Hay que agregar, además, la forma fraudulenta de importantes centros financieros en el manejo de las llamadas sub-primes. Retomemos el caso dominicano.Si la República Dominicana no escapa da la crisis mundial es natural que la percepción de la mayor parte de la población sea que el país no va por buen camino.

Lo que no es razonable es culpar de malo o muy malo el trabajo del presidente Fernández. Es más, si comparamos en términos económicos los últimos gobiernos, el del PRD-Hipólito del 2000-2004 y el del PLD-Leonel a partir del 2005, podremos comprender el por qué es imposible culpar a este ultimo. Observemos el cuadro arriba.

A Hipólito le correspondió gobernar con el privilegio de tener precios promedios bajos del petróleo, 28 dólares el barril. A Leonel le ha tocado gobernar con un precio promedio 158% más alto. Así ha pasado con otras fuentes de energía tales como el gas y el carbón, cuyos precios promedio han sido de un 37.2 y 153.1% por encima de los promedios del último gobierno del PRD. En cuanto a los alimentos, debemos señalar que los aumentos en los precios del mercado mundial del trigo, maíz, sorgo y soya, se reflejan en la Rep. Dominicana. ¿Cómo? Pues elevando los precios de las carnes de cerdo y de pollo; de las pastas alimenticias y del pan.

Así como los aumentos en los precios del petróleo determinan el encarecimiento de los servicios de electricidad y del transporte.

Y dado que los precios internacionales de esos insumos pecuarios y agroindustriales han subido desde un 51.5 para el sorgo hasta un 65.3% del maíz, es natural que los precios de los alimentos sean hoy mas altos que los correspondientes a los años 2000-2004. Máxime, porque contrario a la opinión generalizada entre los dominicanos, la tasa de cambio del dólar respecto al peso dominicano ha subido de un 25.35 pesos por dólar en el período 2000-2004, a 34.30 pesos por dólar en estos últimos 7 años.

Lo que hay que preguntarse es qué hubiese pasado con las familias dominicanas de ingresos medios y bajos, si en estos años de crisis nos hubiese gobernado el mismo equipo que, desgraciadamente, no supo aprovechar las circunstancias de una economía mundial más sana, más propensa al desarrollo, que las actuales.

El PBI real del país creció a un ritmo promedio anual de 6.8% del 1996 al 2000 y en un 7.5% del 2004 hasta el 2011, a pesar de la crisis mundial. En cambio, tuvo un crecimiento promedio anual del 2.1% cuando los blancos, y no los morados, gobernaron el país.

Por eso señalo que estamos mal pero no arruinados. En pocas palabras, las causas de nuestro malestar económico son fundamentalmente externas y, por tanto, en gran medida ajenas al actual gobierno del presidente Fernández. La culpa que es enteramente nuestra es la de no haberlo sabido explicar.

Precios Promedios por Período de Gobierno

PRD PLD Incrementos

2000-2004 2005-2011 Absolutossos %


Tasa de Cambio 25.35 34.30 8.95 35.3

Barril de Petróleo US$ 28.00 72.20 44.2 157.9

Gas US$ 168.70 231.50 62.8 37.2

Carbón US$ 33.50 84.80 51.3 153.1

Alimentos:

Trigo US$ 142.30 232.80 90.5 63.6

Maiz US$ 100.80 166.60 65.8 65.3

Sorgo US$ 103.20 156.40 53.2 51.5

Soya US$ 215.30 335.50 120.2 55.8

Datos del Banco Mundial, FMI. Departamento de agricultura del gobierno de los Estados Unidos y del Banco Central de la Rep. Dominicana.