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Ancianos podrían ir a la calle por cierre de asilo en Cotuí

"Hace siete meses que no recibimos la contribución del Ministerio de Salud Pública"

COTUÍ.- Dolores Agramonte pasó los últimos días de su vida en un asilo. Su esposo Dionisio Ortiz trabajó durante años como peluquero para construirle el hogar que luego tuvieron que vender producto de las calamidades y los quebrantos de salud con que mal vivían sus días finales.

La unión de amor de los ancianos superaba los 50 años. Ahora invidentes y con problemas para escuchar, se refugiaban junto a otros 30 envejecientes en el Hogar de Ancianos Club de Leones Inmaculada Concepción, de Cotuí. Un centro que cerraría sus puertas en cualquier momento debido a su insostenibilidad económica.

Pero, quizá la incertidumbre aceleró la partida de doña Dolores, a sus 76 años. Dejó sólo a su compañero Dionisio, quien no imaginó que luego de trabajar durante toda la vida, a sus 82 años atravesaría esta tormentosa situación.

José Cruz, presidente del Club de Leones que fundó el asilo, explica que la posibilidad del cierre luego de 11 años de servicio, se plantea ante la interrupción hace ocho años de la ayuda económica de RD$50 mil que les otorgaba la Dirección General de Aduanas.

"Este hogar cubre todas las necesidades de los ancianos, sin embargo, el Ministerio de Salud Pública rebajó la ayuda que nos suministra de RD$36 mil a R$23 mil pesos mensuales. Pero hace siete meses que tampoco recibimos esa contribución", añadió Cruz.

La administradora del hogar, Yolanda de la Rosa, afirma que el centro dejó de ser subvencionado sin explicación alguna.

Entre múltiples precariedades, los ancianos subsisten gracias a alimentos donados por la gobernación provincial, la ayuda del Palacio Municipal, el esfuerzo del Club de Leones y otras manos solidarias, según explicó de la Rosa.

"No tenemos luz. La luz aquí viene por ratos y no tenemos inversor", es una de las quejas de Sor Australia Tavárez Valdez, directora del centro.

Las manos arrugadas, las miradas perdidas, los pasos lentos y cansados de los envejecientes del Hogar de Ancianos Club de Leones Inmaculada Concepción evidencian el implacable paso de los años en un país que hoy les niega una vida digna y del que esperan una respuesta urgente de parte de las autoridades, antes de morir.