Palma Arriba paralizada por el cierre de su escuela
los vecinos exigen que se construya un nuevo local
SANTIAGO. Las actividades comerciales, el transporte y la docencia fueron paralizadas ayer en el distrito municipal de Palmar Arriba, en protesta por el cierre de la escuela José Ignacio Mendoza Reyes, por falta de espacio.
Desde el inicio del año escolar, al menos 200 estudiantes del plantel que recibían docencia temporalmente en una vivienda alquilada permanecen fuera de aulas, debido a que fue cerrada por falta de pago a su propietario.
Los profesores decidieron suspender la docencia para exigir la construcción de un nuevo centro más amplio que acoja a todos a los alumnos.
El presidente de la Sociedad de Padres y Amigos de la Escuela de Palmar, Ariel Noesí, denunció que desde el pasado año tienen el mismo problema por el crecimiento de la población. "Tenemos seiscientos treinta y seis estudiantes, pero solamente hay cupo para cuatrocientos treinta y seis", dijo.
De su lado, la directora de la escuela, Marta Ramona Jiménez, expresó que han notificado el problema a las autoridades y se han reunido con todos los sectores envueltos para normalizar la situación, pero que sus esfuerzos han sido en vano. "Tenemos once cursos, pero apenas contamos con ocho aulas, por lo que decidimos cerrar la escuela hasta que el Gobierno apruebe construir un nuevo plantel", expresó.