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Las armas y municiones para defender a la República Dominicana

Según el SIPRI, desde el 2006 al 2010, República Dominicana destinó 0.7% del PIB a gastos militares

KM. 25 AUTOPISTA DUARTE. Al final de un camino polvoriento, que bordea el campamento militar 16 de Agosto, se encuentra el almacén de las armas importadas legalmente al país para las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, las armerías y demás instituciones vinculadas.

El camino está casi desierto. A la derecha hay árboles, yerba alta, y se divisa uno que otro furgón protegido con una angosta malla ciclónica.

Una vez se llega a la Dirección General de Material Bélico de las Fuerzas Armadas, sólo hay un viejo edificio donde la tecnología es escasa, los muebles son anticuados, el comedor evoca los fogones del campo dominicano y en el patio, los pollos buscan qué comer. Ahora, surge la pregunta: ¿Dónde están las armas?

"Todo eso que tú ves (señalando los árboles) es camuflaje. Dentro de todos esos árboles nosotros tenemos depósitos de armas en furgones y bajo tierra", responde el general de brigada paracaidista Bienvenido Cordero Batista, encargado de Material Bélico.

El general se refiere a una extensión de aproximadamente 2 kilómetros cuadrados, custodiada por más de 100 soldados, donde -asegura- reposa gran parte de la reserva armamentista y de municiones del país y a la que no se puede penetrar sin autorización. "Acá controlamos todas las armas, cargamentos y pertrechos militares", dice.

En este lugar, alejado del bullicio citadino, se distribuyen las armas a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, y sus dependencias, llevándose el Ejército alrededor del 60%. El general Cordero asegura que no se asignan por "amiguismo", y que "si (esa práctica) existía, en este momento no existe". 

A los 30 mil hombres adscritos a las unidades militares y a los más de 34 mil policías del país se les asigna un arma, dependiendo el servicio que preste. Sin embargo, muchos oficiales activos y en retiro tienen más de la que le corresponde por reglamento, porque "su integridad física amerita más instrumentos para su defensa". Esto, a pesar de que desde hace más de dos meses la jefatura está exigiendo la devolución de las sobrantes.

"Nosotros tenemos las armas organizadas por calibre: armas ligeras, armas pequeñas y armas de altos calibres; y a nuestros militares generalmente se les asigna un arma ligera para su resguardo personal", explica el comandante Cordero.

Entre las armas ligeras utilizadas están la calibre 9 milímetros -más popular del mundo- y 45, siendo algunas de las marcas preferidas por la milicia y la Policía la Glock, diseñada en Austria, y la Taurus, de Brasil.

Cuando el ambiente se torna caldeado a consecuencia de los llamados a huelgas, paros generales u otro evento que atente contra el orden público, al personal se le asigna armas largas, como fusiles M-16 y AK-47 y ametralladoras M-60.

Existen armas mucho más letales que éstas, pero la milicia se reserva dar más detalles.

Por seguridad nacional, los militares son discretos para dar muchos pormenores sobre los tipos de armas en inventario, cantidad y el número asignado. No obstante, DL pudo acceder al almacén que la Marina de Guerra mantiene en su Base Naval de Santo Domingo Este.

Escopetas, armas retenidas, balas, cascos antimotines y otros pertrechos militares reposan en cuartos oscuros. Pero estos no son todos. A nivel nacional, la Marina - que tiene casi 11 mil miembros- tiene 10,500 fusiles M-16, mil ametralladoras Ingram, 5 mil escopetas, 12,500 pistolas y varios cañones, entre otros pertrechos.



¿Cuánto invierte el Estado?

El dato es reservado. Sin embargo, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), con sede en Suecia, considerado como el más certero centro mundial de monitoreo de presupuestos castrenses, detalla en su base de datos publicada en su página web, que desde el 2006 al 2010 la República Dominicana ha invertido el 0.7% de su Producto Interno Bruto (PIB) en gastos militares, que incluyen el mantenimiento de las Fuerzas Armadas y la compra de armamentos.

Traducido a dólares, el gasto se ha ido incrementando desde la década de los 90. En el año 1990 fue de US$93.6 millones, pasando a US$175 millones en 1994, US$345 millones en el año 2000, US$296 millones en 2006 y US$325 millones en 2011.

El principal proveedor de armas del país es Estados Unidos. Según recuerda el general Cordero, la última adquisición considerable realizada por el gobierno dominicano se hizo en 2003. Ese año, según el SIPRI, el gasto militar fue de US$280 millones para el 0.8% del PIB.

Para el Plan de Seguridad Ciudadana, anunciado recientemente por el Gobierno, se adquirieron 500 pistolas marca Taurus para el personal de la Policía Nacional.

El gasto militar dominicano sería moderado, si se toma como parámetro informes de las Naciones Unidas sobre los estándares internacionales en la materia, que recomiendan que éste no supere el 1% del PIB. Si se compara con los demás países de Latinoamérica, está entre los más bajos, siendo México, Brasil, Colombia, Chile y Venezuela los que más gastan.

Analistas internacionales aseguran que la carrera armamentista ha vuelto a ser prioridad en América Latina.

No guerra, más armas

Actualmente las amenazas de República Dominicana no son de guerra. Su vecino más cercano, Haití, disolvió su ejército en 1995 y aunque su actual Presidente anunció en 2011 su restablecimiento, aun no se ha concretizado. Los altos mandos militares coinciden en que, de ocurrir, le tomará mucho tiempo a los haitianos alcanzar la preparación armamentista dominicana. Entonces, si no hay peligro de guerra a la vista, ¿para qué las armas?

Las fuerzas armadas ya no se preocupan en comprar más tanquetas de guerra. Las armas, municiones y explosivos se enfocan en el enfrentamiento del narcotráfico, la delincuencia, el crimen organizado y el terrorismo. Y es que la compra de pertrechos militares y el tipo a adquirir dependerá siempre del grado de amenaza que tiene un Estado. En el país, por ejemplo, se entendió necesario comprar los aviones Super Tucano para enfrentar el narcotráfico, provocando el aumento del trasiego de drogas vía marítima.

mapa

Tanto el encargado de Material Bélico, como los jefes de Operaciones de las Fuerzas Armadas y de la Marina de Guerra, aseguran que el país tiene armas competitivas frente a las usadas por el narcotráfico. Esto, pese a que las redes del narco se abastecen de las mejores tecnologías para sus operaciones, e inclusive los cárteles mexicanos están obteniendo armas de tipo militar de arsenales remanentes de guerras civiles y conflictos en América Central, según lo afirmó en 2011 el entonces jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general Douglas Fraser.

"Con lo que tenemos es suficiente", asegura el general Cordero. Para muestra de la actualización, recuerda que en febrero destruyeron 10,300 armas obsoletas, como fusiles Mauser, las carabinas Cristóbal (fabricadas en San Cristóbal para la época trujillista) y proyectiles calibres 76 milímetros de los años 1958 y 1963. En abril harán lo mismo con otras 18 mil. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) donó una cizalla eléctrica que destruye 800 armas por hora y un horno donde se consumen las municiones.

"Tenemos armas para mucho tiempo y para defender la soberanía nacional", concluye el general Cordero.

Conociendo las armas

El calibre es el diámetro del proyectil que se dispara.

- La 9 milímetros es un arma de defensa personal y tiene una alta potencia de fuego que generalmente es de 13 a 18 tiros. Un disparo puede alcanzar un objetivo que esté entre 25 y 50 metros.

- La de calibre 45 es capaz de derribar de un disparo a cualquier hombre.

- El M-16 es uno de los fusiles más fabricados en el mundo. Desde la Guerra de Vietnam, la familia de estos fusiles viene siendo el armamento principal de las fuerzas armadas de Estados Unidos. A corta distancia, el calibre 5,56x45 causa heridas internas difícilmente curables. Puede penetrar cascos y chalecos antibalas a mayores distancias.

- El fusil AK-47 lo usan ejércitos de unos 55 países. Es económico de fabricar, su mantenimiento es mínimo y es difícil que se estropee. Dispara entre 600 y 700 balas por minuto, y tiene un alcance medio de 400 metros.

- La ametralladora M-60 es factible para misiones ofensivas y defensivas pues tiene un ritmo de fuego moderado, gran alcance y un calibre mayor que el M16. Por su largo alcance es un arma útil para detener o dificultar el paso del enemigo.