Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Francisco José Arnáiz, el cura que expulsó Fidel Castro

A sus 88 años de edad, dijo asumir la muerte como algo seguro y que cada quién debería afrontar

Expandir imagen
Francisco José Arnáiz, el cura que expulsó Fidel Castro
Monseñor Francisco José Arnáiz falleció a las 2: 00 de la tarde de este viernes, en la ciudad de Santiago de los Caballeros.

.SANTO DOMINGO. "Yo me maté por Cuba y tú tuviste la candinga de meterme en un barco con otros 130 sacerdotes", fueron las palabras de monseñor Francisco José Arnáiz al líder de la revolución cubana Fidel Castro, cuando le vio por primera vez desde el 1961, año en que se vio forzado a venir al país, tras ser expulsado de Cuba.

Al año siguiente de su arribo a República Dominicana, fundó el Centro de Información y Acción Social (CIAS), el cual dirigió hasta 1964. Por su ardua labor desde su llegada al país se le reconoció como gran intelectual, maestro, escritor y orientador.

Pese a haber nacido en Bilbao, España (1925), monseñor Arnáiz se dedicó a la enseñanza a nivel internacional en países como Cuba y Puerto Rico. Alcanzó una densa formación intelectual y obteniendo varios títulos académicos dentro los que destacan una Licenciatura de Humanidades en La Habana, Cuba; Licenciatura en Filosofía, en la española Pontificia Universidad de Comillas, además de una Especialización en Psicología y Psiquiatría y en Espiritualidad Ignaciana.

"Santo Domingo era una aldea y hoy es una ciudad de edificaciones respetables", refirió monseñor Arnáiz en una ocasión en una entrevista concedida a Diario Libre, en diciembre del 2013, donde hacia una comparación de la capital dominicana actual con la época en la que llegó, cuando recién caía la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo. "Era otra cultura, el 70% vivía en el campo", manifestó en aquel entonces.

Como formador monseñor Arnaiz impartió a nivel secundario clases de Humanidades Clásicas Retórica, Latín, Griego, Literatura Universal y Arte, pasando por las ramas de la Física, Química y Mineralogía. A nivel superior instruyó en Teología sistemática, Antropología Física y Cultural, Historia de la Iglesia, Psiquiatría y Psicología Clínica y Sociología.

Desde su ingreso a la Compañía de Jesús el 30 de mayo de 1941, fue un digno representante de la iglesia católica lo que le valió para asistir a las sesiones del Concilio Vaticano II, como teólogo del entonces Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Octavio Antonio Beras Rojas; a los seis primeros Sínodos Mundiales de Obispos, y como delegado de la Conferencia del Episcopado Dominicano, en las últimas dos ocasiones.

 Arnáiz, diferente a Sócrates, dejó plasmados su planteamientos en obras como "Dinámica Egocéntrica (1967)", "María Sponsa Spiritus Sancti (1967)", "Los Ejercicios Espirituales para el hombre (1973)", "Datos y Análisis para la Historia (1981)", " Albores de la fe (1989)", "El Celibato (2003), "Fisonomía de Cristo (2005)" y "La madurez de los pueblos exige tiempo (2006)", entre otros que completan alrededor de 20 libros en total. Además mantuvo su columna "Pensamiento y vida", en el periódico Listín Diario, en la cual escribía sobre teología, sumando más de 1.500 artículos escritos desde el año 1966.

Como estudioso de la Psiquiatría y la Psicología calificó la pederastia como un "esquizoidismo", que la sociedad debe castigar como un delito social. "Que le atraiga sexualmente a un viejo de 70 años, al nuncio, un niño de 13 años no entra en mi cabeza", sentenció en la entrevista a Diario Libre.

También tuvo tiempo para alzar la mirada sobre la política y calificó el marxismo como un sistema improductivo. "El marxismo mata la creatividad, la chispa, el genio de la individualidad, que está en el ser humano", dijo. Por otra parte, creyó que este sistema económico y filosófico fracasó y atribuyó a éste el ateísmo, una convicción que en su opinión "contaminó la cultura moderna".

A sus 88 años de edad,  dijo asumir la muerte como algo seguro y que cada quién debería afrontar en algún momento, por lo que meses antes de fallecer, a las 2: 00 pm de este viernes en la ciudad de Santiago de los Caballeros,  expresó: "hace tiempo que le perdí el miedo totalmente a la muerte".

 

Leer más