Chikungunya, en expansión

Algunos ya la bautizaron como la muerte disfrazada, por los dolores que provoca, y que doblega hasta al más fuerte y y guapo de los mortales.

SANTO DOMINGO. "Me duelen los pies, la cabeza, los ojos, la muñeca, los brazos, la cintura, no aguanto el dolor en la espalda, tengo una fiebre que no me deja, y no puedo ni tragar agua", son las expresiones de Hipólito Reynoso, de 60 años, que esperaba en la unidad de triage de emergencia del hospital Luis Eduardo Aybar con los síntomas del virus de chikungunya.

A su lado estaba Francisca Linares, una mulata de más de 40 años de edad, y de contextura física fuerte, sentada con el cuerpo doblado y la cabeza apoyada en el abdomen de una de sus nietas, quien le acariciaba el pelo, mientras ella se quejaba y se retorcía por el fuerte dolor que decía sentir.

A Linares apenas le salía la voz para describir su cuadro clínico, que inició con fiebre, seguida de dolor de cabeza, que luego se le propagó por las articulaciones, al punto de impedirle destapar una botella de una bebida hidratante.

Ella reside en el barrio Villa María, en el Distrito Nacional, y da por seguro que tiene chikungunya, a juzgar por los síntomas que presenta, que coinciden con lo que ha visto en los medios de comunicación de masa.

El departamento de epidemiología del hospital asegura que en ese sector hay un foco del mosquito Aedes aegypti que transmite la enfermedad, por el incremento de pacientes que asisten al centro de salud con síntomas similares.

Por su parte, Reynoso vive en El Almirante, en Santo Domingo Este.

Junto a ellos, había más pacientes febriles que esperaban en turno para ser atendidos.

En el área de emergencia pediátrica, del hospital, la sala de espera estaba llena de niños, algunos con síntomas del virus.

La pediatra Arlene Reynoso dijo que los casos febriles se han incrementado, y los manejan como casos clínicos a partir de lo que informan los padres de los pacientes, les practican pruebas de plaquetas y hemogramas para determinar o descartar posible dengue, y enviarlos a sus casas a reposar, y con la indicación de tomar abundante líquido y acetaminofén cada cierto tiempo.

En otro extremo de la ciudad, María caminaba encorvada, ayudada por su esposo. Tenía la boca y la piel enrojecida, y no paraba de quejarse de dolor.

"Me duelen las cuencas de los ojos y hasta el alma, no puedo levantar la vista, ni mantenerme de pie, y tengo más de tres días con fiebre", expresó.

La mujer buscaba ayuda en la emergencia de una clínica privada, donde médicos informaron que en las últimas semanas han aumentado los casos febriles.

"Amigos, cuídense de ese virus maldito que se hace llamar chikungunya, porque para mí es la muerte disfrazada. En mi larga vida había experimentado dolor y fiebre semejante. Casi me muero de ésta, pero ya me siento un poco mejor gracias a Dios", escribió una persona en su cuenta de Facebook.

Grupo de riesgo

En el hospital infantil Robert Reid Cabral, desde el 23 de abril a la fecha han atendido 73 pacientes, incluyendo siete recién nacidos, con registro epidemiológico de chikungunya.

Todos han evolucionado satisfactoriamente, de acuerdo con informaciones suministradas por la subdirectora del centro, María Virgen Gómez.

Sobre los bebés, dijo que se contagiaron de la enfermedad durante el transparto o momento del parto, porque sus respectivas madres tenían el virus en la sangre, lo que en medicina se conoce como transmisión vertical.

En la maternidad La Altagracia reciben entre dos y tres embarazadas a diario con los síntomas de la dolencia, y como medida preventiva para evitar que los noenatos se contagien, el director del centro asistencial, Víctor Calderón, dispuso ingresar durante 10 días los bebés de madres que presentaron los síntomas.

Las embarazadas y personas con historia de dolores articulares, los niños pequeños y los envejecientes están dentro del grupo de riesgo del virus.

Desde que se reportó el primer caso de la enfermedad, el pasado mes de marzo, se registra un promedio de 800 casos sospechosos semanales.El Ministerio de Salud Pública elaboró una guía para la prevención del virus de la chikungunya, que socializó y entregó ayer a los directores de hospitales públicos, de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, al del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), Sabino Báez, así como a representantes de las clínicas privadas del país.

El protocolo establece el diagnóstico diferencial entre el dengue y otras enfermedades endémicas como el chikungunya, leptopirosis y malaria.

El ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo Núñez, explicó que la guía capacita al médico en cuanto al cuadro clínico del paciente, dotándolo de los conocimientos necesarios para que puedan establecer la diferencia de los síntomas entre las distintas enfermedades.

La chikungunya es un virus que causa fiebre, dolor en las articulaciones y músculos, así como en la cabeza, erupción o sarpullido en la piel.

Se refleja, generalmente, entre los tres a siete días de haber sido picado por un mosquito infectado, y la posibilidad de muertes es escasa.

"Esta guía, la primera en Las Américas, va a repercutir en favor de la vida de nuestros pacientes, y cuenta con el consenso de la organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la sociedades médicas especializadas que participaron en su elaboración", afirmó Hidalgo Núñez.

En neonatos

Las manifestaciones en recién nacidos, de acuerdo con el protocolo, se da a partir del tercer y hasta el séptimo día, y puede iniciar con uno o más de los siguientes síntomas: fiebre, inapetencia, dolor, edema distal, diversas manifestaciones de la piel, como son erupción o sarpullido, vesículas o bulas, crisis convulsivas, meningoencefalitis y anormalidades ecocardiográfica.

En cuanto a personas mayores de 65 años, las manifestaciones más importantes son falla respiratoria, descompensación cardiovascular, problemas del sistema nervioso central, hepatitis aguda y descamación.

Consejos

El protocolo del Ministerio de Salud Pública, para eliminar el mosquito, aconseja lavar bien y untar con cloro los envases de almacenamiento de agua, taparlos bien, y mantener los alrededores de las viviendas limpias para evitar la reproducción del zancudo.

Otra forma de evitar la picadura es usar mosquiteros, sobre todo en horas del día.

Otras medidas es usar repelentes y cubrirse bien cuando se asista a zonas de riesgo.

En caso de presentar los síntomas, las personas deben acudir al médico, para descartar otras enfermedades similares, como el dengue.

Diario Libre