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Consumo vs economía, las cifras superan las acciones

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Consumo vs economía, las cifras superan las acciones

La marihuana, seguida por cocaína, crack y heroína son las drogas de mayor consumo en el país, mientras dentro de las sustancias legales están el alcohol, cigarros y los fármacos bensodiacepinos (diacepán).

Un estudio de 2011, el más actualizado, sobre demanda de tratamiento y rehabilitación del Consejo Nacional de Drogas, establece que 48 pacientes consumidores de marihuana demandaron atenciones, de cocaína lo hicieron 12 usuarios, 5 de crack y tres de alcohol. Las demás demandas fueron por consumo de heroína, tabaco y problema de conducta, cada una con un caso.

La gran mayoría de usuarios inician abusando del alcohol y la marihuana, dice Ruth Santana, directora del Centro de Atención Integral al Adicto (CAID), quien asegura son las dos principales sustancias de consumo de inicio.

Las bebidas alcohólicas incluyen cerveza y alcohol puro con un aspecto importante que hace difícil exterminarlo: Su fuerza económica que aporta recaudos millonarios.

Las estadísticas de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) lo confirman. Éstas reflejan que en 2012 hubo un recaudo de RD$ 14,845.4 millones, mientras en el 2013 fue de RD$14,447.9 millones. La cifra muestra un descenso de 2.7% en las recaudaciones, sin embargo, la producción se mantiene alta.

El consumo de esas bebidas, en general en la población, es de 6.9% de los 10 millones de habitantes de República Dominicana. La media en América Latina es de 8.4%, de acuerdo con datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) decomisó en el período junio 2013- mayo 2014, un total de 9,665 kilos de cocaína en puertos, aeropuertos y en aguas del mar Caribe (operaciones coordinadas con la cooperación internacional). Asimismo, 60 kilos de heroína y 1,779 kilos de marihuana.

Recientemente, las autoridades de la Procuraduría General de la República incineraron más de una tonelada de drogas, incluyendo el alijo de 1,092 kilogramos de cocaína incautados en el puerto Multimodal Caucedo, valorado en alrededor de US$12 millones.

El presidente de la DNCD, Julio César Souffront Velásquez, informó que de entre los meses de enero y mayo realizaron 20,638 operativos, en los que fueron apresados 15,600 personas. La cantidad de droga decomisada en la actualidad supera los 12,053 kilogramoss.

Con grilletes y sin expresión

Los testimonios de lucha sobre los adictos no paran. La tercera historia es sobre un hombre a quien la adicción lo doblegó y lo enfureció, al punto que sus familiares sintieron la necesidad de esposarlo y ponerle grilletes en los pies para impedirle salir a la calle, pues temían por su vida.

Él es el mejor ejemplo de recuperación que tiene la doctora Santana, directora del centro, pero no desea relatar su testimonio, y prefirió que sea la madre del paciente la que cuente su tragedia y su superación, esta última como un reconocimiento a su entrega y lucha para sacarlo del abismo en que la droga lo sumergió.

La señora refleja humildad, tanto en la forma de vestir como de hablar, pero una gran satisfacción porque ahora sus días y sus noches son tranquilas: su hijo ha dado un gran salto.

Juan tiene 45 años, y desde los 20 años empezó a beber alcohol que combinó con el consumo de drogas, que lo sumergió en un trastorno sicótico con síndrome de persecución que le convirtió en un paciente psiquiátrico.

"Me decía que yo quería que lo agarraran preso, que lo mataran, y su sicosis fue tal que dejó de comer en la casa, porque decía que lo querían envenenar", recuerda con tristeza la madre.

Viven en Los Tres Brazos, de Los Mina, pero su hijo trabajaba en Cristo Rey, como cobrador en una de las rutas de guaguas, donde su progenitora afirma se dejó también influenciar por compañeros de labores.

La mayor afluencia de pacientes son de los barrios Los Mina, Villa Duarte, Ensanche Ozama, Simón Bolívar, Capotillo y Luperón.

Interviene la doctora Santana para decir que Juan y su familia son de los pacientes más fieles y cumplidores de sus procesos, y eso significa mucho en la recuperación de un paciente.

Recuerda que el hombre llegó al programa nervioso, triste, propio de los afectos aplanados, sinónimos de esquizofrenia.

Tenía una alta cantidad de medicamentos antisicóticos, una vez iniciaron el programa, comenzaron a desmontarlos, y un año después, logra estar sin medicinas y el tiempo retrocede en él y pasa de ser famélico y de dar la impresión de estar perdido en el tiempo, a exhibir un rostro lleno de afecto, lo que define un cambio ciento por ciento.

Un año después, Juan no fuma, no toma bebidas energizantes, ni medicamentos. Sus días se los pasa entre reuniones con varios grupos de apoyo o auto ayuda del programa y se mantiene en el plan.

La ventaja que tienen los programas ambulatorios como éste, es que el paciente está enfrentado día a día a lo que es su medio ambiente.

Es diferente al que está ingresado en no consumir, porque no se está exponiendo, sin embargo, los enfermos ambulatorios son muy valientes en el momento en que dejan su abstinencia.

Existen inconvenientes con los usuarios de heroína que viven en las mediaciones de los principales puntos de ventas en el país, como son Capotillo, San Carlos, Alma Rosa y en la ciudad de Santiago.

El centro ofrece las pruebas de dopaje, que son las que les permite detectar el tipo de sustancia que está usando cada usuario.

Están también las pruebas complementarias de laboratorio, con énfasis en un tratamiento integral, es decir, que el paciente no es sólo visto desde el punto de vista terapéutico, sino clínico, por lo que tienen un médico familiar que los evalúa, al igual que el psiquiatra.

Con un timbre de voz que apenas se entiende lo que dice la mujer, aún se mantiene cabizbaja, consecuencia de la tristeza de aquellos días, que confirma con la frase: "Lo que nosotros pasamos no fue fácil".

Tras un accidente fatal que le costó la vida a su esposa, en España, Juan recibió una indemnización de más de RD$2 millones, los cuales invirtió en bienes e inmuebles que luego terminó vendiendo para mantener el vicio de las drogas.

Ya cumplió más de un año en el programa y en abstinencia total.

La doctora aclara que no todo el que inicia un programa termina en abstinencia total, sin embargo, el plan ayuda a la reducción de daños, porque los programas en ninguna parte del mundo están enfocados en lograr la limpieza cabal, pero al final es lo que "el personal de salud y apoyo, y los pacientes y sus familiares desean".

Cuando inició el programa, Juan sustituyó las drogas por bebidas energizantes y cigarrillos, conducta que adoptan los usuarios, cuando empiezan el proceso de "limpieza".

"El usuario o adicto es un enfermo y como tal hay que verlo, y la sociedad debe entender que lo que necesita es tratamiento, y nuestro centro nace como una respuesta a esta población", dice Santana.

El programa

CAID es un programa dirigido a adultos y las edades oscilan entre los 18 y 65 años de edad, pero la media está en 35 para varones y 37 para hembras. La proporción es 3 a 1 y corresponde a las estadísticas de otros países.

En la actualidad tiene 334 usuarios, de los cuales permanecen en el programa 80 y fueron graduados en febrero pasado 40, es decir, esos están en abstinencia total. El método que utilizan los especialistas en salud mental busca romper con viejos comportamientos, lo que psiquiatras y psicólogos llaman contrato terapéutico, que compromete a los pacientes cumplir con las reglas del centro en lo que le corresponde a confiabilidad, respeto a sus derechos.

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