El sacrificio de enviar un hijo a clases
Diario Libre
"Cogí prestado para comprar los útiles escolares"
Dominga Pérez, madre desempleada, residente en Los Girasoles, tomó prestado RD$5,000 a un 20% de interés, para comprar los útiles escolares de su hijo de seis años, que va para preprimario, en un colegio de renta baja. Con su larga lista de requisitos en manos, permitió que DL le acompañara en su recorrido por la avenida Duarte, detrás de los insumos para su pequeño.
La hoja de requisitos, algo doblada, presenta varios cotejos, indicando los útiles incorporados a la canasta. Pero le quedan muchos puntos por tachar, incluso uno que le pide "revistas usadas". "Estos profesores creen que uno es rico", se queja la mujer, mientras trata de no perder a su hijo dentro del tumulto que hay en la tienda. "Yo porque se me pasó el tiempo para ponerlo en la escuela pública... no encontré cupo", explica después.
Para su periplo por la Duarte, Dominga llevó RD$1,800 con la esperanza de rendirlos al máximo. En este presupuesto no están los libros (cuatro), que debe comprarlos en el colegio. "Todavía no sé cuánto costarán, porque la profesora quedó en averiguarme", dice.
En su primer paso por la caja compró pantalón jeans fuerte azul, poloshirt azul, cuatro cuadernos de 200 páginas, una lonchera, una resma de papel blanco, dos cajas de lápices de colores, un sacapuntas, dos gomas de borrar, un frasco de pegamento, dos cartulinas, tres lápices de carbón. Costo total: RD$1,056. Le quedan RD$744. Aún debe conseguir hilo de color, papel higiénico, mochila...
Y zapatos, ¿no va a llevar? Se le pregunta. -"Mientras tanto irá con unos viejitos, hasta que aparezca...".
"Me tuve que cohibir de varias cosas para equipar a las niñas"
Ana Rodríguez compraba parte de los útiles escolares, junto a sus dos hijas en un establecimiento comercial. En el carrito llevaba cuadernos, cátedras, lápices, lapiceros, correctores, hojas en blanco, un pantalón kakis, forro para libros, una franela, juego de reglas, portalápices... Total: RD$5,828. Previamente, dijo que había gastado RD$6,000 entre uniformes y mochilas. Calcula que enviar cada niña a la escuela significará un gasto de RD$15,000. Aunque no tuvo que tomar préstamos como otros padres, Ana manifestó que sí se "cohibió de varias cositas" para no alterar más el presupuesto familiar.
"Los precios están exorbitantes"
Maribel Espinal deja caer los hombros, en señal de desaliento, cuando se le pregunta por el monto que gastará en los útiles escolares de su hija, que cursará el cuarto de bachillerato en un colegio privado de renta media, ubicado en la zona oriental.
Se queja del costo de los libros. "En realidad los precios están exorbitantes", expresa, y abre su cartera. Allí lleva cinco libros usados, que adquirió en la calle Caracas, en Villa Francisca. Para conseguirlos -dice- "tuve que llevar como diez libros del año pasado, y pagar adicional 1,800 pesos".
De la extensa lista que exige el colegio, le faltan cinco libros más, que cuestan cada uno RD$1,100. "Es un abuso, no?", pregunta, buscando solidaridad. Y añade que sólo en libros se le irá el bono de RD$7,000 que le prestó la empresa para la que trabaja. "Y todavía no he comprado el primer cuaderno", sostiene. Estima que gastará por encima de los RD$10,000.
"Es un sacrificio totalmente"
Catalina y Adriano, degustaban junto a su hija, un heladito en la avenida Duarte, para sofocar el calor de las once de la mañana. Adriano sujeta una bolsa plástica algo abultada. Adentro llevan casi tres mil pesos de útiles escolares para su hija, que va para cuarto de básica en una escuela pública.
Viven en Los Guandules, un barrio de la capital, y se sustentan de los ingresos de Adriano, RD$12,500 al mes. En la bolsa apenas cargan una mochila (RD$660), dos pantalones kakis (RD$460 y RD$395, respectivamente), una camisa de RD$195 y unos zapatos (RD$695).
"Es por parte", dice Catalina. "Estamos comprando lo más necesario", explica. "Cuesta mucho", agrega, enviar un hijo a clases.
"Es un sacrificio totalmente", interviene su esposo. "Uno se adapta, porque hay que hacerlo. Es algo que hay que hacer, cueste lo que cueste".
Al igual que otras familias, la de Catalina y Adriano tuvo que endeudarse. Tomaron prestado RD$5,000, "y nos van a faltar", comenta Catalina, "porque no se ha comprado ni cuaderno ni lápices".
Dominga Pérez, madre desempleada, residente en Los Girasoles, tomó prestado RD$5,000 a un 20% de interés, para comprar los útiles escolares de su hijo de seis años, que va para preprimario, en un colegio de renta baja. Con su larga lista de requisitos en manos, permitió que DL le acompañara en su recorrido por la avenida Duarte, detrás de los insumos para su pequeño.
La hoja de requisitos, algo doblada, presenta varios cotejos, indicando los útiles incorporados a la canasta. Pero le quedan muchos puntos por tachar, incluso uno que le pide "revistas usadas". "Estos profesores creen que uno es rico", se queja la mujer, mientras trata de no perder a su hijo dentro del tumulto que hay en la tienda. "Yo porque se me pasó el tiempo para ponerlo en la escuela pública... no encontré cupo", explica después.
Para su periplo por la Duarte, Dominga llevó RD$1,800 con la esperanza de rendirlos al máximo. En este presupuesto no están los libros (cuatro), que debe comprarlos en el colegio. "Todavía no sé cuánto costarán, porque la profesora quedó en averiguarme", dice.
En su primer paso por la caja compró pantalón jeans fuerte azul, poloshirt azul, cuatro cuadernos de 200 páginas, una lonchera, una resma de papel blanco, dos cajas de lápices de colores, un sacapuntas, dos gomas de borrar, un frasco de pegamento, dos cartulinas, tres lápices de carbón. Costo total: RD$1,056. Le quedan RD$744. Aún debe conseguir hilo de color, papel higiénico, mochila...
Y zapatos, ¿no va a llevar? Se le pregunta. -"Mientras tanto irá con unos viejitos, hasta que aparezca...".
"Me tuve que cohibir de varias cosas para equipar a las niñas"
Ana Rodríguez compraba parte de los útiles escolares, junto a sus dos hijas en un establecimiento comercial. En el carrito llevaba cuadernos, cátedras, lápices, lapiceros, correctores, hojas en blanco, un pantalón kakis, forro para libros, una franela, juego de reglas, portalápices... Total: RD$5,828. Previamente, dijo que había gastado RD$6,000 entre uniformes y mochilas. Calcula que enviar cada niña a la escuela significará un gasto de RD$15,000. Aunque no tuvo que tomar préstamos como otros padres, Ana manifestó que sí se "cohibió de varias cositas" para no alterar más el presupuesto familiar.
"Los precios están exorbitantes"
Maribel Espinal deja caer los hombros, en señal de desaliento, cuando se le pregunta por el monto que gastará en los útiles escolares de su hija, que cursará el cuarto de bachillerato en un colegio privado de renta media, ubicado en la zona oriental.
Se queja del costo de los libros. "En realidad los precios están exorbitantes", expresa, y abre su cartera. Allí lleva cinco libros usados, que adquirió en la calle Caracas, en Villa Francisca. Para conseguirlos -dice- "tuve que llevar como diez libros del año pasado, y pagar adicional 1,800 pesos".
De la extensa lista que exige el colegio, le faltan cinco libros más, que cuestan cada uno RD$1,100. "Es un abuso, no?", pregunta, buscando solidaridad. Y añade que sólo en libros se le irá el bono de RD$7,000 que le prestó la empresa para la que trabaja. "Y todavía no he comprado el primer cuaderno", sostiene. Estima que gastará por encima de los RD$10,000.
"Es un sacrificio totalmente"
Catalina y Adriano, degustaban junto a su hija, un heladito en la avenida Duarte, para sofocar el calor de las once de la mañana. Adriano sujeta una bolsa plástica algo abultada. Adentro llevan casi tres mil pesos de útiles escolares para su hija, que va para cuarto de básica en una escuela pública.
Viven en Los Guandules, un barrio de la capital, y se sustentan de los ingresos de Adriano, RD$12,500 al mes. En la bolsa apenas cargan una mochila (RD$660), dos pantalones kakis (RD$460 y RD$395, respectivamente), una camisa de RD$195 y unos zapatos (RD$695).
"Es por parte", dice Catalina. "Estamos comprando lo más necesario", explica. "Cuesta mucho", agrega, enviar un hijo a clases.
"Es un sacrificio totalmente", interviene su esposo. "Uno se adapta, porque hay que hacerlo. Es algo que hay que hacer, cueste lo que cueste".
Al igual que otras familias, la de Catalina y Adriano tuvo que endeudarse. Tomaron prestado RD$5,000, "y nos van a faltar", comenta Catalina, "porque no se ha comprado ni cuaderno ni lápices".
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