Un grupo de empresarios habría llegado en el avión desaparecido

AEROPUERTO LAS AMÉRICAS. Un grupo de galleros y empresarios hondureños, mexicanos, venezolanos y norteamericanos vinieron al país a bordo del avión que la noche del miércoles dos pilotos despegaron del AILA, violando el plan de vuelo otorgado por el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).

El dato surgió en medio de las investigaciones que lleva a cabo una comisión de oficiales, donde una fuente que sirvió la información dijo que la aeronave presentó una falla técnica y fue traída hasta la terminal de las Américas para su reparación.

El avión realizó un vuelo desde Sudamérica hasta la República Dominicana el pasado 11 de julio, y una vez los pasajeros salieron del avión matrícula N-600 AE, tipo Hawker l25, los pilotos de la aeronave la declararon con fallas mecánicas, y fue llevado a la zona de aviación general.

Según los informantes, este avión había dado otros dos viajes a República Dominicana desde Venezuela, y que en uno de ellos vino una persona muy allegada al presidente Nicolás Maduro y un general de la armada venezolana.

Según las investigaciones que se desarrollan en el país, el día 11 de julio, la aeronave trajo a los galleros, quienes se dirigieron a participar en un evento gallístico en un lugar todavía no revelado en Santo Domingo.

De acuerdo con los investigadores, los dos pilotos, Fabio Urbino y Héctor Ríos, de nacionalidad venezolana, se presentaron ante las autoridades del Aeropuerto Internacional de Las Américas como mecánicos del avión, al que declararon supuestamente averiado.

Luego de simular la reparación del aparato, los dos supuestos mecánicos realizarían un vuelo de prueba desde Las Américas a Punta Cana, situación que utilizaron para cambiar el plan de vuelo y dirigirse a Sudamérica.

Fueron inútiles los esfuerzos hechos por los periodistas que cubren la fuente de Las Américas para obtener una reacción sobre el caso por parte del jefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil-CESAC, pese a que varios militares que estuvieron en la noche de la salida del avión se encuentran bajo investigación.

A pesar de que se ha difundido que la aeronave fue detectada por las autoridades aeronáuticas de Miami en Honduras, los militares a cargo del cuidado de la terminal manejan la información con hermetismo, y algunos han explicado que han sido amenazados por sus superiores, si hablan con los reporteros que cubren la terminal aeroportuaria.

“El general Aracenis Castillo de la Cruz está en reunión con todos los representantes de las agencias de investigaciones de las Fuerzas Armadas, y cuando termine hablará con ustedes”, fue la respuesta recibida de parte del asistente del alto oficial.

Los informes indican que, además de los militares que estaban de servicio en la zona de rampa y la puerta de acceso a la terminal, también son investigados sobre el caso, empleados de compañías contratadas por líneas aéreas para el manejo de los equipajes destinados a aeronaves ejecutivas.

Perfil de alto riesgo

Las autoridades investigan si la aeronave N600 AE tipo Hawker 125, cuyo paradero se desconoce, tiene un perfil de alto riesgo ya identificado por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). “Hay unos aviones que la Dirección Nacional de Control de Drogas los tiene como un perfil de alto riesgo. Hemos estado buscando si está dentro de esos, porque son varios”, informó ayer el presidente de la DNCD, mayor general Julio César Souffront Velázquez. Indicó que la avioneta salió la noche del miércoles con un plan de vuelo y luego, a unas 70 millas al sur, apagó el transponder. “Obviamente, al apagar, y a todas luces con un sentido, digamos de infringir la ley, se dirigió hacia el sur. Tenemos entendido que con dirección a Venezuela (…) Hasta el momento entendemos que el avión, si iba a Venezuela, no iba cargado de droga”, dijo. Al describir el modus operandi de los aviones que realizan operaciones similares, indicó que estos salen a Sudamérica para luego cargar allí e ir a Centroamérica, desde donde parten a territorio estadounidense.

Tomás Ventura