Comunidad judía en Cuba desea que Gross pueda reunirse pronto con su familia

LA HABANA, Cuba. La Comunidad Hebrea de Cuba no pierde la esperanza de que Alan Gross pueda reunirse pronto con su familia, según dijo a Efe un representante de ese colectivo al cumplirse hoy cinco años de la detención del contratista estadounidense, condenado en la isla a 15 años de prisión por actividades subversivas.

 

"Los judíos estamos acostumbrados a vivir con la esperanza y confiamos en que él (Alan Gross) pueda reunirse con su familia el próximo año, es lo que más deseamos", dijo a Efe el vicepresidente de la Comunidad Hebrea de Cuba, David Prinstein, quien ha visitado varias veces al estadounidense, preso en la isla desde el 3 de diciembre de 2009.

 

Gross, de 65 años, trabajaba como subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) cuando fue encarcelado, juzgado y condenado por las autoridades cubanas a 15 años de prisión bajo la acusación de realizar en la isla "acciones contra la integridad territorial del Estado".

 

Pero Gross ha afirmado que la empresa Development Alternatives Inc (DAI) lo contrató para viajar a Cuba a establecer redes inalámbricas y conexiones de internet para grupos de judíos cubanos no disidentes.

 

El vicepresidente de los judíos cubanos apuntó que desde el pasado septiembre los representantes de la Comunidad no han podido ver a Gross porque "él ha dicho que no está en disposición de recibir visitas, parece que debido a su estado de ánimo".

 

"Pero le hemos enviado nuestra solidaridad y trasmitido la esperanza que tiene la Comunidad de su pronto regreso", añadió.

 

Prinstein expresó su confianza en que Gross "como judío puede tener esa esperanza".

También indicó que en estos días han insistido en pedir a las autoridades cubanas una visita a Gross para compartir con él la próxima festividad judía de Janucá, como ha ocurrido durante los años que ha estado en prisión.

 

Tras la muerte de su madre a mediados de este año sin que pudiera verla por última vez, Gross dijo que no podía soportar su estancia en prisión mucho más tiempo y se despidió de su esposa, Judy, y su hija, Nina, según dijeron portavoces familiares en EE.UU.

 

En los último meses, solo se ha sabido que dos senadores estadounidenses, el demócrata Tom Udall y el republicano Jeff Flake, se reunieron con Gross durante dos horas el pasado 11 de noviembre.

 

Sobre el caso de Gross, considerado como uno de los principales escollos en la compleja relación entre Cuba y Estados Unidos, los senadores Udall y Flake consideraron que la solución para su liberación "es diplomática".

 

El encarcelamiento de Gross en Cuba y de cinco agentes cubanos en EE.UU. -tres de ellos aún presos en ese país- se han convertido en los últimos años en puntos de fricción entre ambos países, que desde 1961 no tienen relaciones diplomáticas.