Procurador: Condena al padre Gil muestra que la frontera no garantiza impunidad”

SANTO DOMINGO. La condena de 7 años de prisión que dictó un tribunal polaco contra el sacerdote Wojciech Gil, acusado de abusar de varios menores de edad en Juncalito, Santiago, es una muestra de que “cuando hay voluntad para sancionar las fronteras no garantizan impunidad”.

Con esa frase reaccionó ayer el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, a la noticia de la sentencia contra el sacerdote, conocido en el país como el padre Alberto Gil.

En mensajes publicados a través de su cuenta de Twitter, el Procurador expresa que satisfacción por la prisión, al manifestar que “el que delinque de manera constante, reiterada, debe estar preso, ya que constituye un peligro para la ciudadanía que trabaja y busca la paz”.

Gil fue condenado en Varsovia por abuso sexual contra dos menores de edad polacos y seis menores dominicanos. Su abogado, conforme recoge un cable de la agencia de noticias EFE, manifestó que su cliente aceptaba la condena, pero no se declaraba culpable.

Junto a la pena de prisión, el tribunal de Wolomin (Varsovia) también condenó ayer a Wojciech Gil a abonar una indemnización de 155,000 zloty (cerca de 40,000 euros, alrededor de RD$1.8 millones) a las víctimas de sus abusos, y se le prohibió trabajar con jóvenes por un período de 15 años.

Gil no quiso estar presente en el momento en el que se leyó la sentencia, indica la nota de EFE.

El pasado día 20 de marzo, en la primera vista del proceso, el abogado del exreligioso, Michal Szreniawa, propuso la aceptación voluntaria de una condena de siete años, aunque esa aceptación no conlleva, según la legislación polaca, una necesaria declaración implícita de culpabilidad.

“Tanto el tribunal como la Fiscalía, que representa también a los menores dominicanos que sufrieron los abusos del exsacerdote polaco, han aceptado finalmente la propuesta de los abogados de Gil”.

Siete años de prisión es la mitad de la pena máxima a la que se enfrentaba el exreligioso por los delitos de abuso de menores, posesión de pornografía infantil y tenencia ilegal de una pistola y munición, por los que fue declarado culpable.

En su Twitter, Domínguez Brito reconoció la gran colaboración de las autoridades polacas para lograr las sanciones a los “graves” delitos cometidos por el padre Gil.

También destacó la labor de la fiscal de Santiago, Luisa Liranzo, quien inició en el país, las investigaciones contra el sacerdote. “Todo el crédito a Luisa Liranzo y el equipo de la @Fiscalía_Stgo por instrumentar un sólido expediente que llevó a la condena del Padre Gil”, dijo.

Los hechos

Los hechos por los que se juzga al exsacerdote tuvieron lugar primero en Polonia, cuando abusó presuntamente de dos menores en los años 2000 y 2001, y posteriormente entre 2009 y 2013, durante su estancia como religioso en la República Dominicana.

Wojciech Gil fue arrestado en Polonia en febrero de 2014, y ante la ausencia de tratado de extradición con la República Dominicana, el proceso se ha celebrado ante la justicia polaca.

Otro religioso polaco, el arzobispo Jozef Wesolowski, fue detenido el pasado año, y apartado de su ministerio, después de ser acusado de abuso de menores durante su etapa como nuncio del Vaticano en RD.
 

Diario Libre