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La sociedad civil, con gran influencia en gobierno del presidente Medina

Algunos dirigentes peledeístas entienden que hay un exceso de esos grupos ocupando funciones

SANTO DOMINGO. Al otrora secretario de la Presidencia, Danilo Medina, se le atribuye la mayor parte de la apertura de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana con la sociedad civil y la incorporación a la política y labores gubernamentales de personalidades y sectores cuando la organización comenzó a ser opción de poder y ya instalada en el Palacio Nacional.

Medina, un trabajador y conocedor de las bases peledeístas desde su ingreso al PLD, es considerado por compañeros como el “armador” de los gabinetes de las administraciones del partido fundado por el profesor Juan Bosch.

Es durante sus gestiones como secretario de la Presidencia que se inicia la incorporación de segmentos sociales al PLD, incluso, de críticos a las ideologías que dieron origen al nacimiento del actual partido oficial.

Desde entonces, a lo interno del partido, ha habido críticas de fundadores por la apertura de personalidades a los gobiernos peledeístas, algunas veces argumentando oportunismo de gente desafecto del peledeísmo.

En la actual gestión, se vincula al secretario de la Presidencia, Gustavo Montalvo, al reclutamiento e incorporación de personalidades de la sociedad civil al Gobierno. Este funcionario, uno de los más cercanos colaboradores del presidente Medina junto a José Ramón Peralta, ministro Administrativo, tienen bajo su responsabilidad los principales proyectos y políticas oficiales de la actual gestión.

El ministro de la Presidencia, viejo miembro del PLD, pero con experiencia en el sector privado, es el responsable de iniciativas importantes como el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, estuvo al frente de las comisiones de negociación con Haití, antes que asumiera el canciller Andrés Navarro, y preside la comisión que crea las veedurías en las instituciones oficiales para transparentar sus ejecuciones y reducir la corrupción.

Van al Gobierno

Algunos de los miembros de la sociedad civil que tienen funciones en el Gobierno son Ramón Tejada Holguín, director de la Dirección de Información, Análisis y Programación Estratégica de la Presidencia (DIAPE); los empresarios Ignacio Méndez, viceministro de Industria y Comercio, encargado del Fomento a la Pequeña y Mediana Empresa, y José Miguel González Cuadra, director ejecutivo de la Comisión para la Readecuación de La Barquita.

Javier Cabreja, ex vicepresidente ejecutivo de Participación Ciudadana y propietario de la empresa “Democracia y Políticas Públicas”, ofrece asesoría periódica a la Dirección General de Contrataciones Públicas en el área de transparencia, políticas públicas y participación ciudadana.

También, Luis Henry Molina, actual viceministro de la Presidencia, e Isidoro Santana, ex directivo de Participación Ciudadana y ahora miembro del Consejo de Asesores del Gobierno, entre otros.

Tejada Holguín, sociólogo, analista político y director de la DIAPE, dice que desde su origen el PLD se planteó estimular el nivel de aceptación y participación ciudadana en la política. Indica que hay sectores dentro del PLD que han tenido una relación o una visión autoritaria con la ciudadanía, personas que han tenido y estuvieron en un Gobierno que les daba bastantes privilegios a funcionarios públicos y ahora se sienten resentidos al ser desplazados.

“Los que se oponen a esto son gente que lo que quieren es gobiernos opacos, que no haya transparencia, que no haya una visión de políticas que respondan a las necesidades reales de la ciudadanía. Son personas que lo que quieren es precisamente gobernar según su propia visión e intereses”, sostiene.

Afirma que en este Gobierno se ha dado el mayor nivel de participación de la sociedad civil dominicana y puso como ejemplo las veedurías. “Pero fíjate que no están pensando como una estructura de Gobierno en la cual esta gente es contratada como empleada. Las veedurías son personas elegidas de diversas áreas de interés: periodistas, religiosos, empresarios, grupos populares y organizaciones no gubernamentales”, dice.

Otra visión

Marcos Villamán, rector del Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), recuerda que en los años 80 irrumpe la sociedad civil con elementos urbano-popular como el Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba) y las juntas de vecinos. Fue una década perdida para la economía, pero ganada para la política porque hubo esfuerzos de generación democrática y el surgimiento de ONGs para el servicio de esos movimientos como Ciudad Alternativa.

Indica que es en 1991 cuando aparecen otras organizaciones de la sociedad civil diferentes a las mencionadas, como Participación Ciudadana, que surgen con esfuerzo de ayudar a democratizar al país por presencia en el aspecto electoral, buscando equidad.

“Yo digo que una de las cosas que hay que reconocerle a Participación Ciudadana es su aporte a hacer que las elecciones, de no creíbles, de discutibles, pasaran a ser un evento como hoy, aceptable, legitimado políticamente. Hay un aporte que hace inevitable sus reconocimientos” sostiene.

Manifiesta que en este Gobierno hay más presencia de la sociedad civil, cosa que es muy normal porque se ha hecho un camino democrático y se comprende mejor. Entiende que no hay espacios demoníacos ni divinizados; son espacios humanos en los cuales hay que ejercer una función por el bien de la sociedad.

Ante las críticas de algunos peledeístas de que en el actual Gobierno hay un exceso de gente de la sociedad civil, Villamán expresa: “Yo no alcanzo a ver esos excesos, yo creo que hay una presencia de personas que vienen de la sociedad civil, de técnicos altamente calificados que hacen un servicio al país, al Estado dominicano y al Gobierno, un servicio que no todo el mundo puede hacer porque no tienen la formación para eso. Yo creo que hay que aceptar que hace falta niveles profesionales para algunos tipos de servicios en el Estado”.