VIDEO | Desórdenes por limitado espacio para conversatorio con Pepe Mujica
Jóvenes reclamaban a las afueras del auditorio que entrada a actividad fue privilegiada.
SANTO DOMINGO. El conversatorio del expresidente uruguayo José (Pepe) Mujica, realizado esta tarde-noche en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), estuvo interrumpido constantemente por las protestas al exterior del auditorio donde se desarrolló, producidas ante la frustración de no poder entrar al recinto.
“¡Pepe, los jóvenes están afuera!”, vociferaban a coro el gentío desde afuera del auditorio Horacio Álvarez Saviñón. Voces que se escuchaban dentro, además de golpetazos a puertas, y que hizo perder la concentración del público en algunos momentos.
Una media hora después de iniciado el acto organizado por el partido Opción Democrática, en que la UNPHU reconoció a Mujica como visitante distinguido, un hombre irrumpió en el auditorio y gritó desde el fondo. “¡Pepe, a los jóvenes no los dejaron entrar! ¡Estamos afuera!”.
No obstante al exaltado llamado, Mujica continuó su exposición y ante la insistencia del joven comentó: “Cuando un burro habla se para la oreja”. Y siguió con sus reflexiones.
Mientras Mujica hablaba desde el podio, a pocos pasos se encontraban sentados en dos muebles la esposa del exmandatario, Lucía Topolansky; la presidenta el movimiento político Opción Democrática (OD), Minou Tavárez Mirabal; y José Rafael Espaillat, vicerrector de Gestión y Extensión y Rector en Funciones de la UNPHU, a quien dos hombres se acercaron y le dijeron algo al oído, posiblemente sobre la situación generada fuera del recinto.
Tras casi 40 minutos del conversatorio y en el momento en que Mujica contestaba la última pregunta hecha por un representante del partido OD, los gritos y la ruptura a golpes de un plafón que separa parte del lateral derecho del auditorio con el exterior, marcaron un final abrupto del acto.
Con apuro y algo distraído, Mujica finalizó su respuesta y se hizo la despedida. Afuera algunos policías hablaban con el rector Fiallo Calderón y personal de la institución universitaria revisaba el agujero hecho a golpes por los jóvenes que protestaron por no poder entrar a la actividad.
“Una pena que no organizaran esto mejor. Adentro estaban los políticos, no los jóvenes”, se quejó una joven mientras que los grupos se dispersaban.

Argénida Romero
Argénida Romero