En directo - LAS NAVIDADES EN SUIZA
Diario Libre
La Navidad en Suiza comienza 4 domingos antes de la Nochebuena: ¡Con el Adviento! Es el tiempo precursor al nacimiento de Jesús. La costumbre estila preparar "la corona de adviento", que consiste en un arreglo, tradicionalmente en forma de anillo que comporta 4 velas que se encienden a su turno los 4 domingos anteriores a la Nochebuena. Esta costumbre era ya desde el siglo XIX, un método efectivo de enseñar a los niños a esperar pacientemente la llegada del Niño Jesús. Para este efecto se crearon también los calendarios del adviento que permiten a los pequeños durante el mes de diciembre, abrir una ventanita cada día (conteniendo regalitos, bombones, chocolates) hasta culminar con el esperado día de Navidad. Esta práctica permite abreviar la impaciencia de los niños en la espera de los regalos y de la fiesta correspondiente al nacimiento de Jesús...
Otro personaje importante en las Fiestas suizas es San Nicolás. El 6 de diciembre aparece este personaje vestido de rojo y con hermosa barba blanca, ofreciendo a los niños bolsas llenas de mandarinas, galletitas, nueces, chocolates y panes de especies. Los niños se regocijan pidiéndole sus codiciados deseos y ofreciéndoles canciones, bailes, pinturas u otras singularidades preparadas para tan importante ocasión.
Todos esperamos Navidades blancas, la nieve y el frío, el calor de las chimeneas , los mercados de artesanías las luces que adornan las calles , las decoraciones de las grandes establecimientos, la venta de castañas y vino caliente, las familias se reúnen para preparar galletitas... todo nos prepara para la celebración de esta fiesta.
Por doquier aparecen la venta de arboles naturales especialmente cultivados para la ocasión! (En Suiza está prohibido cortar arboles de los bosques) que se decoran días antes de la Navidad, hoy en día con luces eléctricas reemplazando las velitas usadas en el pasado, que se encendían el mismo día de Navidad (El riesgo de fuego era muy grande) y su consabido pesebre.
Percibimos que la influencia de las inmigraciones, con los años han enriquecido las tradiciones gastronómicas de Suiza... Así apreciamos la introducción del pavo, el jamón los turrones y polvorones ibéricos, el panettone y la preferencia por arboles sintéticos...
A pesar de todo, La Navidad en Suiza como en cualquier parte del mundo es una fiesta familiar, con cena regalos, árbol, misa de gallos villancicos y pesebre. Una conmemoración esperada, que hace soñar a niños y adultos.
No importa si en ese día comemos pavo, jamón, fondue, o lechón asado todos disfrutamos del mismo objetivo celebrar la llegada de Jesús al mundo. El, que nos trae un mensaje de esperanza y nos hace olvidar un poco las penurias, tensiones, carencias y escasez del diario vivir... La Navidad es una celebración en la cual la mayoría de las personas nos damos permiso para ser felices, nos permitimos derrochar, prodigarnos alegrías, pequeños excesos y disfrutar despreocupadamente con nuestros semejantes.
La espera del Mesías nos colma de alegría e ilusión, nos llena de expectativas, confianza y júbilo. Nos crea un fuerte deseo de recrearnos, de compartir, de solidarizarnos, de perdonar y amar. Celebramos con familiares, con amigos; intercambiamos regalos, jengibres, posadas, cenas, nos deseamos parabienes a través de cartas, email, llamadas... y siempre con el lema Feliz Navidad: Feliz Nacimiento de nuestro Niño Jesús.
Aunque en cierto modo estas fiestas se han vuelto superfluas y comerciales... lo más significativo es tener en cuenta que el gran motivo es la llegada de Jesús, nuestro Salvador; que El nació para traernos un gran mensaje de Esperanza y Amor y que nosotros celebramos con alegría y fe este revelador acontecimiento. Así, cada vez que deseemos o pronunciemos la frase Feliz Navidad no importa donde estemos y con quien, recordemos que estamos deseándole a nuestro prójimo un exitoso nacimiento de Jesús en su corazón. Estamos pidiendo que tanto exterior como interiormente celebremos la llegada de Jesús y nos deleitemos con alegría y satisfacción en la consagración de lo preparativos de su llegada!
Otro personaje importante en las Fiestas suizas es San Nicolás. El 6 de diciembre aparece este personaje vestido de rojo y con hermosa barba blanca, ofreciendo a los niños bolsas llenas de mandarinas, galletitas, nueces, chocolates y panes de especies. Los niños se regocijan pidiéndole sus codiciados deseos y ofreciéndoles canciones, bailes, pinturas u otras singularidades preparadas para tan importante ocasión.
Todos esperamos Navidades blancas, la nieve y el frío, el calor de las chimeneas , los mercados de artesanías las luces que adornan las calles , las decoraciones de las grandes establecimientos, la venta de castañas y vino caliente, las familias se reúnen para preparar galletitas... todo nos prepara para la celebración de esta fiesta.
Por doquier aparecen la venta de arboles naturales especialmente cultivados para la ocasión! (En Suiza está prohibido cortar arboles de los bosques) que se decoran días antes de la Navidad, hoy en día con luces eléctricas reemplazando las velitas usadas en el pasado, que se encendían el mismo día de Navidad (El riesgo de fuego era muy grande) y su consabido pesebre.
Percibimos que la influencia de las inmigraciones, con los años han enriquecido las tradiciones gastronómicas de Suiza... Así apreciamos la introducción del pavo, el jamón los turrones y polvorones ibéricos, el panettone y la preferencia por arboles sintéticos...
A pesar de todo, La Navidad en Suiza como en cualquier parte del mundo es una fiesta familiar, con cena regalos, árbol, misa de gallos villancicos y pesebre. Una conmemoración esperada, que hace soñar a niños y adultos.
No importa si en ese día comemos pavo, jamón, fondue, o lechón asado todos disfrutamos del mismo objetivo celebrar la llegada de Jesús al mundo. El, que nos trae un mensaje de esperanza y nos hace olvidar un poco las penurias, tensiones, carencias y escasez del diario vivir... La Navidad es una celebración en la cual la mayoría de las personas nos damos permiso para ser felices, nos permitimos derrochar, prodigarnos alegrías, pequeños excesos y disfrutar despreocupadamente con nuestros semejantes.
La espera del Mesías nos colma de alegría e ilusión, nos llena de expectativas, confianza y júbilo. Nos crea un fuerte deseo de recrearnos, de compartir, de solidarizarnos, de perdonar y amar. Celebramos con familiares, con amigos; intercambiamos regalos, jengibres, posadas, cenas, nos deseamos parabienes a través de cartas, email, llamadas... y siempre con el lema Feliz Navidad: Feliz Nacimiento de nuestro Niño Jesús.
Aunque en cierto modo estas fiestas se han vuelto superfluas y comerciales... lo más significativo es tener en cuenta que el gran motivo es la llegada de Jesús, nuestro Salvador; que El nació para traernos un gran mensaje de Esperanza y Amor y que nosotros celebramos con alegría y fe este revelador acontecimiento. Así, cada vez que deseemos o pronunciemos la frase Feliz Navidad no importa donde estemos y con quien, recordemos que estamos deseándole a nuestro prójimo un exitoso nacimiento de Jesús en su corazón. Estamos pidiendo que tanto exterior como interiormente celebremos la llegada de Jesús y nos deleitemos con alegría y satisfacción en la consagración de lo preparativos de su llegada!
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