Cultura exportadora
En estos días que se recuerda el quinto aniversario de la entrada en vigencia del acuerdo DR-CAFTA, es oportuno volver a tocar el tema de la falta de cultura exportadora entre nuestros empresarios.
Es lamentable la incapacidad nuestra para producir para exportación y luego para promover nuestros productos en el exterior. El mejor caso es nuestro comercio con Haití, que se realiza mayormente fuera de los canales tradicionales de comercio y con muy poca participación directa de las principales industrias del país.
Haití es un mercado que prácticamente duplica nuestra población y que, a pesar de su pobreza, consume diversos productos de uso diario y comestibles. Ese comercio lo realizan pequeñas empresas y empresarios medianos, de manera oficiosa o informal.
Las limitaciones que, para producir con calidad, alegan muchos empresarios, no existen en el caso de Haití y, sin embargo, no participan activamente en ese comercio.
Es un problema de cultura.
Es lamentable la incapacidad nuestra para producir para exportación y luego para promover nuestros productos en el exterior. El mejor caso es nuestro comercio con Haití, que se realiza mayormente fuera de los canales tradicionales de comercio y con muy poca participación directa de las principales industrias del país.
Haití es un mercado que prácticamente duplica nuestra población y que, a pesar de su pobreza, consume diversos productos de uso diario y comestibles. Ese comercio lo realizan pequeñas empresas y empresarios medianos, de manera oficiosa o informal.
Las limitaciones que, para producir con calidad, alegan muchos empresarios, no existen en el caso de Haití y, sin embargo, no participan activamente en ese comercio.
Es un problema de cultura.
Diario Libre
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