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Camino a la competitividad

El pasado 23 de octubre fue publicado el informe Doing Business 2013 -Haciendo Negocios 2013- que cubre el período comprendido entre junio 2011 y mayo 2012. De acuerdo al citado Informe, República Dominicana retrocede tres puestos en el ranking general sobre "facilidad de hacer negocios" y se coloca en el número 116 de 185 países evaluados. La reacción del Consejo Nacional de Competitividad ha sido, de acuerdo a lo publicado en su propia página Web, señalar que la culpa del retroceso se debe a la no aprobación del proyecto de ley sobre restructuración mercantil y quiebras preparada por éste.

Para todo el que se ha detenido a leer los diferentes informes Doing Business esta posición pública del Consejo llama poderosamente la atención. Y es que parece una respuesta muy simple para un tema bastante complejo. Este Informe alcanza a profundidad una variedad de componentes cuya evaluación se hace a partir de la información que proporcionan, en este caso, 45 expertos nacionales de diferentes ramas. Un justo ejercicio de ponderación de los datos presentados exige plantearnos ¿en qué se fundamenta la competitividad desde el punto de vista del Informe? ¿Es la ausencia de una legislación sobre reestructuración mercantil y quiebras la fuente de la nota de República Dominicana en 2013? y, yendo más allá, ¿cuál es el verdadero camino a la competitividad? Veamos…

Para responder la primera pregunta basta con observar directamente el título del propio Informe: "Doing business 2013, smarter regulations for small and medium-size enterprises" -Haciendo negocios 2013, regulaciones inteligentes para pequeñas y medianas empresas. ¿A qué se refiere el Informe con regulaciones inteligentes? El resumen ejecutivo del Informe indica que "las buenas regulaciones sobre negocios permiten que el sector privado prospere y las empresas expandan su red de negocios. Pero, si las regulaciones adoptadas para salvaguardar la actividad económica y facilitar las operaciones son pobremente diseñadas, éstas pueden convertirse en obstáculos para hacer negocios". Unos párrafos más adelante este documento agrega que de lo que se trata es de regulaciones más simples, significativas, adaptables, pertinentes y transparentes. En pocas palabras, no se trata de regular por regular, sino adoptar normas realmente efectivas, eficientes y, sobre todo, que puedan ser implementadas y acopladas a las instituciones y al resto de reglas del sistema del que forman o formarán parte.

Esta primera respuesta, que se construye de las propias consideraciones del Informe, nos conecta con la segunda pregunta: ¿es la ausencia de una legislación sobre reestructuración mercantil y quiebras la fuente de la nota de República Dominicana en 2013? Para responder basta con volver nueva vez al texto del Informe: en el apartado sobre República Dominicana correspondiente al sumario de reformas evaluadas solo se resalta el renglón pago de impuestos corporativos como afectado por una reforma negativa y, véase bien, no se identifica ninguna reforma positiva.

Pero si no nos conformamos con este dato también podemos analizar si, dentro de los 10 componentes evaluados, el relativo a la insolvencia ha sido el que ha arrastrado hacia el descenso al desempeño general del país. La realidad es que se muestra un retroceso en 7 de los 10 componentes evaluados y, entre ellos, de manera interesante, no se encuentra el ámbito relacionado a la insolvencia -lo que tampoco significa un efecto positivo.

Más allá, procede también hacer un análisis individual de cada componente. Los puntos sobre apertura de negocios, comercio transfronterizo e insolvencia mantuvieron sus mismos puestos respecto del informe anterior; sin embargo, los siguientes aspectos sufrieron retrocesos: permisos de construcción (-1); acceso u obtención de electricidad (-6); registro de propiedad (-3); acceso u obtención de crédito (-3); protección de inversores (-2); impuestos (-3) y cumplimiento de contratos (-2). Es evidente entonces que el tema de resolver la insolvencia no es el que arrastra exclusivamente a República Dominicana al puesto 116. Lo que es más grave, la lectura detenida del Informe muestra que importantes retrocesos se verifican en segmentos que cuentan con regulaciones relativamente recientes o cuya modificación no se exige, pero que en la práctica o no son cumplidas cabalmente o las mismas ya no inciden de manera relevante en el aumento de la competitividad. Esto muestra que la simple adopción de una ley o normativa solo representa en muchos casos un efecto pasajero en la mejora de este índice y, que más importante es la verdadera implementación de reformas efectivas y reales.

Procede entonces plantearnos ¿cuál es el verdadero camino a la competitividad? De acuerdo al resumen ejecutivo del Informe, Colombia es el país latinoamericano con mayor porcentaje de mejoras y reformas desde 2005: al menos 25 -Lugar 8 entre los 50 países con mayores avances. El propio Informe revela que Colombia ha llevado un proceso constante de reformas, revisando paulatinamente y afinando regulaciones diseñadas desde 1995.

El Informe muestra claramente que el tema de la competitividad no se concentra en completar un check list sobre regulaciones, sino lograr un conjunto de políticas integrales que deben acompañarse de un correcto y eficiente proceso de implementación fundado sobre la base de la seguridad jurídica. La competitividad, que tampoco puede medirse solo circunscrita a los parámetros medidos por este Informe, descansa particularmente en la capacidad institucional, el fomento a la inversión, la producción y la mejora del clima de negocios por parte del Estado. ¿Cuáles son estas reformas? ¿Por qué no asumirlas en general como causantes del descenso en el índice de competitividad y motivas mejoras integrales? Por razones de espacio, esto lo abordaremos en un próximo artículo.