La lucha entre dos sociedades
Las nuevas ideas se enfrentan a la tradición
Mucha gente no se ha dado cuenta, pero en la República Dominicana existen dos sociedades que están en pugna.
Los profesionales, los que han asistido a universidades fuera del país tienen sus ideas nuevas y las promueven por medio de leyes y códigos.
La otra sociedad, la tradicional, todavía sigue con la mentalidad del ¡Tránquenlo!, tan típica de los gobiernos de fuerza.
Esa sociedad quiere soluciones de fuerza y apoya a la Policía cuando mata a un delincuente y ahora, para sorpresa de muchos, está a favor de que se penalice la difamación y la injuria.
Es el dilema de una sociedad que se niega a morir y otra que todavía no puede nacer.
Mientras tanto, la gente se entusiasma con Manny Ramírez, se burla del pitcheo del Licey y comienza a prepararse para el frío de la Navidad con austeridad.
Pero las escaramuzas entre esas dos sociedades seguirán, hasta que una de ellas se convenza de la bondad de la otra, o de la ineficacia del método.
Era el recordado padre Bobadilla el que decía que los estudiantes que iban a la Universidad de Lovaina, dejaban el "lo" por allá y se traían las "vainas" para acá.
Mucha gente no se ha dado cuenta, pero en la República Dominicana existen dos sociedades que están en pugna.
Los profesionales, los que han asistido a universidades fuera del país tienen sus ideas nuevas y las promueven por medio de leyes y códigos.
La otra sociedad, la tradicional, todavía sigue con la mentalidad del ¡Tránquenlo!, tan típica de los gobiernos de fuerza.
Esa sociedad quiere soluciones de fuerza y apoya a la Policía cuando mata a un delincuente y ahora, para sorpresa de muchos, está a favor de que se penalice la difamación y la injuria.
Es el dilema de una sociedad que se niega a morir y otra que todavía no puede nacer.
Mientras tanto, la gente se entusiasma con Manny Ramírez, se burla del pitcheo del Licey y comienza a prepararse para el frío de la Navidad con austeridad.
Pero las escaramuzas entre esas dos sociedades seguirán, hasta que una de ellas se convenza de la bondad de la otra, o de la ineficacia del método.
Era el recordado padre Bobadilla el que decía que los estudiantes que iban a la Universidad de Lovaina, dejaban el "lo" por allá y se traían las "vainas" para acá.