Necesaria reforma
La existencia de diez y siete salarios mínimos diferentes es una demostración de por qué muchas cosas marchan mal en el país, pues cada grupo trata de proteger sus intereses por medio de disposiciones legales especiales.
Nadie niega que existen diferencias entre las diversas actividades económicas, pero el salario mínimo, que se supone es el resultado más de las necesidades humanas del trabajador que de la realidad de un sector en particular, no puede ser sujeto de tantas variaciones.
Una propuesta que parece razonable dispone que el total de salarios diferentes no pase de diez, atendiendo a grandes divisiones de la actividad productiva nacional. No obstante, el criterio debería ser lo mínimo que debiera ganar un trabajador para subsistir sin que afecte la capacidad del sector económico en el cual labora.
Por tanto, un fruto esperado de la actual discusión sobre salario mínimo sería llevar un poco de orden al tema de los salarios que se pagan en el país. Sería un acto racional y, al mismo tiempo, de justicia para patronos y trabajadores.