Gran tarea pendiente
El discurso del embajador dominicano ante la Casa Blanca, Aníbal de Castro, a la matrícula de la Cámara Americana de Comercio, no dejó lugar a dudas acerca de la gran tarea pendiente que tenemos los dominicanos frente al desarrollo.
El mundo está cambiando radicalmente en sus relaciones comerciales, y aquí parece que seguimos durmiendo una siesta tropical. Los retos que tiene el país no son insalvables, pero el tiempo se está haciendo cada vez más corto para tomar las medidas que faciliten el aprovechamiento de las nuevas oportunidades.
Nadie va a venir a invertir en nuestro país, si no creamos las condiciones adecuadas para ello, y esto significa no solamente un Estado de derecho, sino mano de obra calificada, reglas de juego claras, clima competitivo y un clima social adecuado.
Sin un empresariado abierto a la integración de los procesos, será punto menos que imposible mantener lo logrado.
El mensaje fue entregado. La tarea es urgente, y requiere liderazgo público y privado. Manos a la obra.