La Comisión. El diálogo

El Gobierno dominicano le ha dado status ministerial a la comisión designada para dialogar con la República Haitiana en Juana Méndez. Por elemental cortesía diplomática, los haitianos deberán hacer lo mismo, o el gesto será interpretado como una descortesía que podría abortar las tratativas.

Se ha especulado sobre la ausencia en la comisión dominicana del Director de Migración y del Presidente de la Junta Central Electoral, pero ellos no tienen que formar parte de la misma. El primero, porque su superior jerárquico, el ministro de Interior y Policía, forma parte de ella. El segundo, porque al presidir un organismo ejecutor, no debe formar parte del instrumento político.

Se ha criticado que el primer encuentro se dé en territorio haitiano, pero entiendo que fue una decisión sopesada políticamente. Insistir en una sede neutral, que hubiese sido ideal, aunque ya sabemos que alrededor de este tema no hay neutralidad, o que se llevara a cabo en territorio dominicano, hubiese levantado una humareda contraproducente, sobre todo por la incapacidad nuestra para defendernos de cualquier argumento a contrario.

Nuestro país debe estar consciente de que va a asistir a un matadero, pero esas fueron las condiciones que aceptó dentro de su inexplicable vacilante actitud, y que el previsible fracaso del diálogo traerá consecuencias. La mesa del sacrificio está servida.

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