Deudas y deudas
No todas las deudas son malas. Al igual que las personas físicas y los negocios, acceder al crédito por parte de los gobiernos es una necesidad, no sólo en tiempos de crisis, sino en cualquier circunstancia que lo requiera.
Cuando los créditos se aplican a inversiones de capital o a gastos necesarios, y los mismos se hacen dentro de la capacidad de pago del solicitante, esas deudas no son malas.
Al contrario, pueden aumentar el valor y los activos de la persona o del país. Es el caso cuando la persona se endeuda para adquirir su vivienda, o el Estado para construir una presa o una carretera importante.
Pero hay otras deudas que no se justifican, y que resultan malas para la salud económica de la persona o del Estado. Son deudas que se constituyen en pasivos no reproductivos, que se gastan en el presente y que las futuras generaciones, que no disfrutaron de los beneficios del endeudamiento, tendrán que pagar.
Bajo esas perspectivas, calidad, capacidad de pago y uso del dinero, es que hay que analizar el endeudamiento del Gobierno.
Diario Libre
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