La informalidad
La edición de ayer de este diario traía dos reportajes exclusivos sobre el tema de la informalidad, que arropa todos los espacios económicos de la nación, y que tiene carácter internacional, gracias a los haitianos.
La informalidad es la respuesta de todos aquellos que no encuentran empleo, o que estiman más rentable trabajar por cuenta propia en negocios que no pagan impuestos, ni las demás cargas que debe afrontar un negocio formal.
Por un lado, la informalidad tiene de bueno que la gente se puede ganar la vida, y no está robando por las calles, pero los aspectos negativos son superiores a cualquier bondad que pueda tener esta decisión económica. La informalidad no aporta al fisco por medio de impuestos, ni protege a los trabajadores por medio de la seguridad social. No cubre los accidentes de trabajo, ni protege con pensiones a los trabajadores. En fin, es una actividad de puro beneficio para quien la ejerce sin distribución social alguna.
Claro que venden más barato, pero ¿a qué precio?