La avaricia rompe el saco

Se puede ver como se desee, como se quiera: como un debate jurídico, como una confrontación grupal, como una controversia conceptual, como un asunto de principios o como la motivación de una aclamación popular, pero es inocultable el enmascaramiento de lo prevalente y de lo principal que está motorizando la pugnacidad creciente en el PLD, a ojos vista ya: una lucha frontal por el poder político cada día más enconada, para manejar los poderes públicos a contrapelo del interés general, para aprovechar a su favor las múltiples ventajas y beneficios que de ellos se pueden derivar.

Mientras eso ocurre no se puede soslayar que los acontecimientos tienen también lugar, respondiendo en ocasiones a una dinámica social que procura el bienestar general, dando al traste con imposiciones grupales que se hacen inadmisibles de tolerar, sucediendo los hechos bajo la sabia sentencia proverbial de que "la avaricia rompe el saco".

Téngase en cuenta pues, que el cambio es lo único permanente que puede ser.

Francisco Castro Catrain

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