Institucionalidad

El anuncio de que el país está libre de gripe aviar debiera ser, junto al regocijo natural provoca, el acicate para que la institucionalización de los protocolos y procedimientos sea una realidad en el campo dominicano.

Que estemos libres de gripe aviar no es un certificado permanente. Por el contrario, nos obliga a una vigilancia cotidiana para evitar que vuelva a entrar con fuerza a nuestro territorio.

Pero iguales precauciones hay que tomar con los productos agrícolas de exportación. Tenemos el dudoso privilegio de ser uno de los países que más le devuelven frutos en las aduanas estadounidenses a consecuencia de que no se cumplen los protocolos en materia de plaguicidas, entre otros aspectos importantes.

Todas estas cuestiones tienen también una arista que no se puede soslayar. Es fama que nuestros mejores productos se destinan a la exportación porque fuera son más rigurosos que nosotros. Al final, los dominicanos terminamos consumiendo frutos y productos de menor calidad.

Esa falta de respeto al consumidor dominicano tiene que ser superada. ¿Por qué tiene el consumidor extranjero que recibir mejores productos, menos contaminados, que los que consume el dominicano?

Recuerdo que encontrándome en el exterior, leí en un diario extranjero cómo una serie de compotas que habían sido desechadas por un problema de calidad fueron vendidas en nuestro país sin que nadie se percatara.

La falta de institucionalidad no es sólo política. Nos hace falta en todos lados.

atejada@diariolibre.com

Adriano Miguel Tejada