Una de periodistas...

A los periodistas nos gustan las películas de periodistas. También a los abogados les atrapa un buen guión con jurados y fiscales. A principio de los años 80 la serie Lou Grant decidió más de una vocación reportera y en los 90, Murphy Brown era la periodista de ficción que más titulares reales provocaba. (No, los dentistas no tienen género en el cine...)

En esta temporada de premios Oscar, Spotlight es una película de periodistas normales que hacen un trabajo extraordinario siguiendo las reglas básicas de la profesión. Se hacen la pregunta correcta. Preguntan dos veces. Tres. Mil. No ceden a las presiones corporativas, gubernamentales o familiares. Piensan siempre en el derecho del lector a tener la información correcta. El lector. El lector. El lector. A partir de ahí, se toman el tiempo de llegar hasta el final. Escucha, escuchan, escuchan. Miran fuera, salen de la redacción. Caminan, tocan puertas, “hacen yuca”.

Spotlight es el equipo de investigación con el que se sueña cuando a los 18 años se entra a la universidad para algún día llegar a ser periodista. Se discute, se riñe, se bromea. Se resuelve, se escribe, se publica. Escriben a mano en libretas los datos que les llevarán a la inquietante conclusión: todos -también ellos, sobre todo ellos- sabían lo que estaba pasando y nadie dijo nada. Ese es el tema.

La tecnología, los lectores, la publicidad, el negocio, el mundo, la política... todo en la industria de los medios ha cambiado desde los hechos que narra Spotlight. Todo, menos la razón de la profesión.

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún