En el PRD se están desesperando

Los perredeístas deben cuidarse de no andar con folders, y si por alguna razón deben llevar papeles, usar sobre manila, que disimulan y sirven para lo mismo.

Entre risa se comenta de uno que fue visto por la Lincoln, cerca de La Barrica, y por cuyo frente tendría una oficina un alto funcionario.

Ese peñón, más alto que el de Gibraltar, se la estaría buscando como el marido de la vaca. Solo que no se cree que un dirigente de su categoría se le exija CV.

Su dilatada vida política y las posiciones ocupadas lo libran de un requisito muy del PLD, y que además de perverso, resulta inútil.

Cuando van a nombrar, nombran, sin conocer hoja de vida. Aunque sí al padrino, los años de militancia o la filiación de grupo, pues entre los peledeístas el compadrazgo no vale.

Los perredeístas por igual deben averiguar por dónde es que le entrará agua al coco, pues no se tiene claro el procedimiento. Si Danilo ofrecerá los puestos y Miguel decidirá los ocupantes.

O pedirá candidatos y él decidirá los cargos.

A Miguel le conviene lo primero, pues con Aníbal no le fue muy bien, ya que salió, dicen, a una diligencia y todavía lo están esperando.

Diario Libre