Oportunidades de oro: ¿las usaremos?

El pueblo dominicano que los políticos cogen en su boca tiene el chance de hacer lo que nunca ha hecho: luchar en dos frentes al mismo tiempo, y ganar en los dos.

Que no puede caminar y masticar chicle a la vez, pues ahora deberá superar ese fatalismo propio de figuras importantes de Norteamérica.

Las oportunidades se pintaban antes calvas, ahora tienen cabello, y mucho, y sin extensiones.

Asuntos como Odebrecht y Valle Nuevo no se presentan todos los días, y no se puede guardar pan para mayo si toda la harina debe consumirse en abril.

En la capital, Odebrecht quita el sueño, pero con Valle Nuevo se duerme siesta larga, y el gobierno, si no se le presiona, sabrá discernir entre sillón estrecho y cama ancha.

Odebrecht o Valle Nuevo, que no hay sueldo catorce, y el gobierno cree que dio tanto en Navidad que no tiene que poner Vieja Belén, sin darse cuenta que los muchachos malos se confían en esa generosidad tardía.

¿Qué pasará finalmente con Odebrecht, en que terminará lo de Valle Nuevo? La mesa está servida, y los comensales, a su decir, con mucha hambre.

Diario Libre