Todo el mundo esperando el picheo

El Presidente de la República Dominicana tiene el raro encanto de que todos sus gobernados se sienten con el derecho de escribir su discurso de rendición de cuentas.

Igualmente, y por las mismas razones, tiene que pasar por el ingrato bochorno de ver que sus palabras se pierden en el aire y que no convencen a sus súbditos. En especial los que tienen asientos en las gradas de la oposición y sorben la democracia hasta la última gota.

Luis acaba de hacer lo que nunca se había hecho: hablar de primero y no esperar que el Jefe de Estado comparezca ante las cámaras para replicarle. El librito es nuevo, y ya se le supone con otros estrategas, e incluso se cree que los contrató en su reciente viaje a Colombia y España, que los de Brasil avergüenzan.

El mandatario voceó a los periodistas en el día de ayer que hablará el 27, una forma muy inteligente de dejarlos con el bate en la mano y sin poder hacer swing.

Aunque no solo los reporteros tienen bates en las manos, también la población entera, que espera expectante su swing, pues piensa que no le está yendo muy bien en el round robin de estos días.

Con un buen batazo tal vez limpie las bases.

Diario Libre