¿Y ahora con el transfuguismo?

Como no se criticaba antes cuando era el PLD que sonsacaba o ganaba adhesiones, ahora que el fenómeno se da a la inversa, conviene mirar hacia otro lado.

No obstante, haría bien recordar que hubo un tiempo en que todos los sectores políticos, puestos a una, censuraban el transfuguismo.

Incluso, cuando todavía no se demandaba una ley de partidos, se produjeron iniciativas a nivel del Congreso para castigar duramente esos saltos de militancia.

O por lo menos para evitar que el daño fuera mayor, como ocurre con los diputados, que si se van, se llevan su pan debajo del brazo.

Aunque ahora se está dan-do una situación diferente.

Los que llegan no traen, sino que vienen a buscar, y lo más interesante, el partido le quita la comida de la boca a un miembro para dársela al converso.

Hasta ahí todo está claro.

Ahora, lo que no se sabe, ni se explica, y que en la práctica podría resultar una apuesta entre ciegos, es el potencial trasiego.

Lo de votos y votantes.

El caso de Grandes Ligas, que al cambiar de equipo, el home se pone lejos o el bate pesado, dependiendo de que sean pitchers o jugadores de base.

Buck Canel diría: “No se vayan...”

Diario Libre