Acuerdo presupuestal

La Constitución ordena a los poderes públicos velar por la fiel inversión de los fondos públicos, es decir, de lo que comúnmente llamados presupuesto, pero todo el mundo está conteste en que muchas de las inversiones no obedecen a una buena planificación y que además hay evidente desperdicio de los fondos públicos, al tiempo que servicios importantes quedan desprovistos.

Tenemos una Estrategia Nacional de Desarrollo que solo sirve para discursos porque nadie quiere establecer un orden de prioridades para hacer una buena inversión de los escasos recursos.

No es verdad que constituye una buena inversión la cantidad de dinero asignada al Poder Legislativo y la poca entregada al Poder Judicial.

No es verdad que constituye una buena inversión el despilfarro en la nómina de un Estado hipertrofiado, mientras se mantiene con salarios de hambre a agentes de policía, a bomberos y a otros útiles servidores públicos.

Los ejemplos sobran y ni hablar de las exenciones que no se justifican.

El primer gran acuerdo nacional debería ser cómo invertir mejor los fondos públicos.

Diario Libre