Nuestra autoflagelación

Al dominicano le gusta autoflagelarse. Es como si gozásemos con el dolor propio; como si fuera útil o provechoso reconocer y aumentar nuestras faltas, o aceptar que todos los dominicanos somos malos y que debieran borrarnos de la faz de la tierra.

Para la gente, todos los políticos son ladrones, todos los periodistas están vendidos, todos los maestros son ignorantes, todos los policías corruptos, los comerciantes son todos ladrones, los empresarios son todos contrabandistas y todos los que viven en el exterior dan mala imagen del país.

Y no es verdad que es así.

Hay políticos corruptos, periodistas vendidos, maestros sin vocación, empresarios sin escrúpulos y gente en el exterior que no fue a trabajar sino a vivir del cuento, pero de esos hay de todas las nacionalidades y de todos los colores.

No es un problema sólo de dominicanos y aun si lo fuera, la pregunta es ¿qué estamos haciendo cada uno para no formar parte de esos grupos?

No se trata de mirar la paja en el ojo ajeno, sino de tener el alma limpia. Seamos mejores y positivos. Nos conviene.

Diario Libre