Valor para legislar

El Código Penal no se ha aprobado por el tema del aborto, y ahora se propone como salida dejarlo fuera del Código, para que quede en un limbo que penaliza a las mujeres y a los médicos, sin solucionar el problema para la sociedad.

El proceso legislativo es inherentemente lento para lograr los consensos necesarios que hagan efectiva una ley, pero llegado el momento de la verdad, los legisladores tienen que ser valientes, y votar por la opción que dé mejores beneficios a la comunidad o “el mayor bien”.

Estamos de acuerdo en que abortar no puede ser un juego de inmaduros, pero la prohibición no ha detenido la producción de abortos ilegales. Por tanto, una apertura a razones meramente médicas haría más bien que mal.

Así como el legislador debe respetar razones religiosas y hasta constitucionales, siempre queda abierta la brecha en derecho para proteger “el mayor valor”, que en este caso es la madre.

Un Código que reconozca las aristas de esta decisión científica y moral es preferible a la situación actual.

Diario Libre