¡Venga la sentencia!

Tras cuatro años de subterfugios judiciales y chicanas, motivadas por el imputado, que debiera ser el primer interesado en demostrar su denuncia, se ha empezado a conocer en Santiago el fondo del caso por difamación y falsificación de escritura contra Marcos Martínez. El momento es el ideal porque estamos en la antesala de la campaña electoral, y una condena ejemplar, además de que redimiría a la Vicepresidenta por la ofensa infligida, sentaría un precedente que ayudaría a adecentar el debate político.

Nelson Rodríguez