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Vuelve la moda de los locos y felices años 20

Los accesorios se llevan llamativos y coloristas

En tiempos de crisis, los diseñadores rinden homenaje a la próspera y feliz década de los años 20 con patrones de líneas fluidas, cinturas bajas y detalles de flecos, encajes y pedrería.

La estética de los años veinte resurge esta temporada. Basta con revisar los desfiles de los grandes diseñadores para descubrir que los vestidos estilo charlestón, los collares largos de cuentas, los sombreros, los zapatos de salón, las joyas ostentosas, los maquillajes recargados y las melanas "bob-cut" están de moda.

Los felices años veinte estuvieron marcados por la libertad y creatividad artística y por la liberación de la mujer, hechos que fomentaron nuevos patrones y una moda que modificó sustancialmente la forma de vestir femenina.

Desaparece el corsé, nacen los bañadores de una sola pieza, los vestidos se despegan de la silueta femenina y las faldas y vestidos sueltos y plisado con largos hasta la rodilla son los más deseados, relegando a un segundo plano los patrones hasta los tobillos.

Coco Chanel se encargó de incorporar al armario femenino trajes de chaqueta y falda que otorgaban movimiento a la mujer, además de ropa deportiva que aliviaban y aligeraban el peso de la ropa. Para el día chaquetas, blusas y faldas lánguidas de punto. Por la noche patrones rectos y cortes a la cadera sobre fabulosos y ricos tejidos que desprendían brillo y luz.

En esos divertidos años causaron furor los vestidos sueltos, de cortes rectos con largo a la rodilla, los collares de perlas, los detalles art déco, los flecos, los volantes y las lentejuelas, todo un mundo de fantasía que tan bien recreó el escritor Scott Fitzgerald en el "El gran Gatsby", una novela que refleja la alta sociedad estadounidense y sus grandiosas fiestas, en las que el diseño, el glamour y el jazz eran los pilares.

Precisamente en ese escenario de lujo es donde se inspiran Gucci, Ralph Lauren, Marc Jacob, Calvin Klein, Oscar de la Renta o Roberto Cavalli para crear diseños hiperfemeninos con tejidos de gran caída, con luz y movimiento, entre ellos las muselinas y las sedas.

Los grandes diseñadores han adaptado las líneas de los modelos charlestón que triunfaron en la década de los veinte al siglo actual para dotarles de mayor personalidad, la mayoría de ellos con una marcada silueta femenina, aunque también se presentas con tintes masculinos.

Prueba de ello, son los trajes sastre con chaleco y teñidos en tonos oscuros. Mientras que el americano Ralph Lauren los presenta estampados con la clásica raya diplomática al más puro estilo de los gánster, Emporio Armani los propone entallados y ribeteados con una cinta blanca.

Otra de las prendas que se lucían en aquella época es la túnica denominada "kokosovorotka", toda ella bordada en vistosos y alegres colores. El diseñador Marc Jacobs propone vestidos suelos con pliegues, Oscar de la Renta viste a la mujer son soberbios vestidos palabra de honor y multitud de flecos.

La italiana Alberta Ferretti prefiere lánguidas siluetas bañadas en atractivos colores y Gucci presenta vestidos exquisitos, cargados de sofisticación.

Poderosos accesorios

En los años veinte el calzado estaba pensado para que resultara cómodo tanto de día como de noche, de ahí que surgieran los modelos de tacón grueso y sujetos al tobillo, lo que permitía bailar a un buen ritmo sin perder el equilibrio. Esta temporada también se presentan así, aunque firmas como Etro prefiere apostar por tacones más finos y atarlos al tobillo con una doble pulsera.

Los accesorios se llevan llamativos y coloristas. Largos collares de perlas o de cuentas de colores, broches que adornar escotes, exuberantes tocados repletos de pedrería y plumas, bonetes y cintas para el cabello adornados con pasamanería, casquetes realzados con lazos y flores, medias con liguero, guantes que cubren el antebrazo y suben hasta el coco y bolsos de mano, carteras de dimensiones reducidas bañados en oro y limosneras repletas de lentejuelas.