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Sanky Panky 2

El verdadero protagonista de Sanky Panky 2 es el color del Caribe. La alta calidad de la colorización, a partir de la loable fotografía de Elías Acosta, apoya el objetivo: entretener.

Mucho han madurado en 7 años los protagonistas: Boca de Piano, Correa y Pachulí, quienes logran actuaciones muy compactas. El homenaje a Nuryn Sanlley es muestra de ello. Un minuto de los más logrados que se mantiene en el filo entre lo sublime y lo ridículo y es resuelto magistralmente. Con ellos, Alina Vargas en la Morena y Massimo Borghetti en Giuseppe. Destaco la caracterización de Verónica López en su rol de Mamma mía, un personaje que puede tener vida posterior, y pudo tener mejores escenas en esta. Sobre todo por el desperdicio en momentos como cuando es izada con un paracaídas, instantes que pasan delante del espectador, casi sin darse cuenta. Un personaje así pudo ser mejor explotado.

La presencia del niño Víctor José Pintor está justificada si se le ve como un Pepe Grillo. El pulso de la actuación quedó muy por debajo en el caso de Pericles Mejía, quien no logró asumir su personaje, ni en piel ni en lenguaje.

Algunos errores se escapan como el de la puerta de la casa que habitan Genaro y La Morena. Él abre con llave, y la cierra con pestillo. La reiteración de algunos fragmentos musicales para caracterizar situaciones o personajes -como en las escenas de la mafia- se torna cansona. Las presentaciones de Milly Quezada y Elvis Martínez y Eddy Herrera debieron estar justificadas dramatúrgicamente, sobre todo la primera. Y ya que estuvieron éstos ¿por qué no Wason? Hubiera sido bueno incluir a Alina Vargas cantando también.

La película provoca la risa por situaciones y a veces por gags: ése es su fin, hacer reír. Pero algunos pierden su intención, porque son macheteados, como el sacerdote de Cavada tragado por el tsunami de los segundos finales. Dicho sea, el final debió ser al revés: primero la Mamma, y luego la fiesta. Pero vale la pena ver Sanky Panky 2: un filme ameno, alegre, muy dominicano que está bien y pudo quedar mejor, con más tiempo de hervor, y menos carrera en edición.