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El año 2014 comienza pasado por música... hasta la mañanita

SANTO DOMINGO. A las 6:41 de la mañana, mientras Omega cerraba el SuperMega Baile del Teatro La Fiesta en el hotel Jaragua, Yanfourd cantaba Gracias por hacerme tan feliz, en la tarima de Telemicro (Malecón con Máximo Gómez).

Antes que el joven salsero, había subido Sexappeal, y después de Yanfourd estuvieron Chiquito Team Band y Omega, con el sol total, arriba, pasadas ya las ocho de la mañana.

En el teatro La Fiesta, hubo sancocho a las 4 de la madrugada (no podían faltar el arroz y el aguacate) y se bailó con entusiasmo. Aunque con El Clasicom -quien cantaba cuando dieron las 12 de la noche e inició el 2014-, la gente aún estaba rezagada a inicios de la noche, y pocos salieron a bailar Nunca tanto, Una mala, Le dio pa' mí, Me puse pa' mí, Yo soy tu tiguere, entre otros temas, que evidenciaron que al salsero urbano le hace falta una orquesta mejor; una orquesta macho, compacta, bien afinada, porque su propuesta tiene mucho potencial para permanecer.

Ejemplo de orquesta monolítica, como tonelada de granito, es la que ha logrado armar Wilfrido Vargas, compuesta por músicos que leen y son de indiscutible calidad, e incluye una muralla vocal alante que vale su peso en oro, también por las coreografías que logran. Qué hiciste; Volveré; África; El Jardinero; Medicina; Jarro pichao; El perrito, Divertido, y un Oppening fabuloso a las 12:10 de la noche, con un cierre que hacen la diferencia, demuestran que sí se puede hacer internacional, bien producido.

A las 2:04 de la madrugada arrancó la locomotora que lleva por nombre Los Hermanos Rosario, con aquello de Esa muchacha sí que baila bueno y Ju, ju, ju, ju. Y luego La parranda; Esa muchacha: La cleptómana; y Baken Rosario, el hijo de Tony, que rapea en La hora cero. Después Morena ven y A mí me gusta, entre otros.

La dinastía Ventura

Johnny, sus hijos y orquesta recuerdan aquellos tiempos de Zapata y la Revolución Mexicana, cuando se movían con sus esposas, lo que llamaban "la impedimenta" (que éstas de impedimenta no tienen nada, aclaración hecha). Mujeres bellas, desde doña Fifa, hasta las más jóvenes, que corean y le dan soporte hasta en Twitter.

Salsa pa' tu lechón fue el arranque, que siguió con Matilda; Amorío; unos popurrits navideños cantados por Jandy Ventura; Cabo'e vela; El Baile del pingüino, Bobiné, entre otros, y terminó con una rica conga en lo que puede catalogarse con el debut oficial del nieto de Johnny, hijo de Juan de Dios, quien demostró sus dotes de bailarín desde El pingüino hasta el final.

Fernando Villalona corrobora cada vez que sube a un escenario por qué es el ídolo dominicano, el niño querido. Lanzó anclas con par de bolerazos, Quién tiene tu amor, que popularizara Felipe Pirela, y luego Vida consentida, que Lino Borges convirtiera en himno.

Saltó luego al merengue con Esta Navidad la quiero pasar contigo amor; Cada momento, Te siento, Baila en la calle. Invitó entonces a Tito Kenton a recordar los tiempos de Los Hijos del Rey (Luis Kenton estaba en la sala también), e hicieron juntos, coreografías incluidas Confundido, La cumbia dominicana y Así es la vida. Después dijo adiós a Tito, e hizo Déjate querer, y cerró con Dominicano soy. Que peor de ahí se dañaba.