Buscando sustitutos al pollo

SANTO DOMINGO. Hace pocos días, el ministro de Industria y Comercio exhortó a la población a sustituir el pollo -la “carne” más popular entre los dominicanos- por otros alimentos que a su entender realizarían la misma función, pero a menor costo.

Al margen de la polémica de si mencionó la tayota, o se refirió al salami, el ministro de marras no andaba muy desencaminado. Ante cualquier situación de carestía o escasez, que puede ser provocada por múltiples factores y variables, los consumidores debemos conocer alternativas viables que nos permitan “alimentarnos”.

El pollo es, sin exagerar, la carne de mayor consumo entre los dominicanos. En parte por el precio (cuando está barato) y en parte, por su increíble versatilidad. Creo que a excepción de las plumas, todo el resto del pollo es consumido o consumible de muy buena gana.

Lo fundamental en este caso es su contenido de proteínas (cerca de un 22%) y grasa, entre 3 y 10%, dependiendo de la pieza que consuma. También posee cantidades considerables de vitaminas, minerales, entre ellos hierro y zinc de alta biodisponibilidad.

Como fuente de proteína, tiene una proporción similar a la de otras carnes y cerca del 40% de sus aminoácidos son esenciales. Gracias a este perfil, la carne del pollo se considera de alto valor biológico.

Pero… dicho lo anterior, no es la única fuente de proteínas y puede ser sustituida…por otras proteínas. Algunas las tiene muy cerquita en la nevera o su despensa.

Vamos a educar:

¿Por qué no aprovechamos esta coyuntura para educar a la población sobre este tema? ¿Por qué no aprovechamos la tanda extendida para enseñar nutrición como una materia para la vida? ¿Por qué no aprovechamos los almuerzos en las escuelas para enseñar a comer a nuestros niños, introduciendo otros alimentos en su dieta, aprovechando incluso lo que se produce localmente?

Quizás debemos educar la población para que consuma mayor cantidad y variedad de frutas, vegetales, cereales y a hacer mejores combinaciones con lo que pueda cosechar en canteros y envases reciclados en sus propios huertos caseros.

Es una buena oportunidad para pensar y educar. La nutrición de nuestro pueblo no puede depender de un solo producto ni de la voluntad – o las declaraciones - del ministro de turno. Vamos a verlo así.

Lácteos 

El yogur griego encabeza la lista con 20 gramos de proteína por 1 taza. El yogur regular contiene de 10 a 12 gramos  mientras que el queso ricotta contiene 15 gramos por media taza. El huevo contiene 6 gramos de proteína y la clara de huevo tiene 3.5 gramos. La leche contiene 8 gramos de proteína por taza, prefiriéndose la descremada.

Granos

Los granos son otra buena fuente de proteínas de alta calidad. Los enteros o integrales,  tienen mayor cantidad que los granos refinados o “blancos”. La avena contiene 6 gramos de proteína por taza mientras que la quínoa tiene 9 gramos y el trigo, ocho. Una rodaja de pan integral contiene 3 gramos de proteína y una taza de pasta integral tiene 8 gramos. 

Carnes y pescados

Encabezan todas las listas de los contenidos proteicos.  Aunque la “carne roja” en general es la que más proteína contiene, su consumo en exceso o como única fuente está contraindicado en todos los regímenes alimenticios, prefiriéndose el pescado como sustituto válido.  La humilde “pica pica”, el nombre popular con el que llamamos a las sardinas sazonadas contiene 21 gramos de proteínas por ración, lo que la eleva al “top 5” de la lista.  Dentro de este grupo está, además, la tuna, el salmón, la macarela, etc.

Vegetales y legumbres

La soya y las legumbres están entre las mejores fuentes de proteína vegetal. Una taza de habas de soja contiene 28 gramos de proteína, seguido por las lentejas con 18 gramos; las habichuelas negras con 15 gramos y las rojas con 13 gramos. Una taza de espinaca contiene 5 gramos de proteínas, al igual que  los aguacates.  En general, los vegetales de hojas verdes contienen proteínas en buena cantidad y calidad.

 himilcetejada@live.com

Diario Libre