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“Mi cabeza está ocupada todo el tiempo en música”

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“Mi cabeza está ocupada todo el tiempo en música”

SANTO DOMINGO. Vadim Repin sorprendió al mundo desde muy pequeño, en su natal Novosibirsk, y su fama traspasó fronteras muy pronto gracias a su virtuosismo. Cuando creció el niño prodigio, a los 17 años, ganó el Gran Premio Reina Elizabeth en Bélgica. Anoche fue el solista principal en la inauguración del Festival Musical de Santo Domingo, con el Concierto para violín y orquesta de Sibelius.

P. ¿Es la primera vez que visita República Dominicana?

R. Es la primera vez en Santo Domingo. Estuve antes en Puerto Rico, en Cuba no he estado. Pero hay tiempo para ello.

P. ¿Cómo selecciona su repertorio?

R. En buena lid es muy sencillo, selecciono aquellas obras que me provocan felicidad al ejecutarlas, y en las que siento, que cuando me encuentro en la escena recibo una gran satisfacción.

P. ¿Cómo Ud. recuerda la infancia?

R. Bueno, desde muy corta edad estoy en la escena. Mis primeros conciertos fueron cuando tenía 7, 8 , 9 años, y para mi sentir la escena era ya satisfacción, adrenalina seguramente, todo junto. Y en aquellos momentos aquello era para mí lo más importante. Y así se mantiene hasta ahora. Justo en los conciertos en vivo, esa comunicación con el público, con los colegas, con las orquestas, con los directores, claro que es una gran satisfacción, y seguramente en algo el sentido de la propia vida.

P. ¿Además del violín, qué más le gusta practicar a Vadim Víctorovich?

R. En realidad trato de llevar una vida muy normal, como las demás personas. Y claro que tengo muchos intereses. Me gusta leer, me gusta el arte en todas sus manifestaciones. Y la música por supuesto en primer lugar. Por eso mi vida está relacionada con la música, y por eso mi cabeza se encuentra ocupada todo el tiempo en procesos de melodías musicales, en determinadas ideas, y es lo suficientemente difícil apagar el cerebro cuando voy a dormir.

P. ¿Pero Ud. también es capaz de gozar la buena música popular?

R. Claro que sí. Todo junto.

P. Cuando viaja a su rincón natal, ¿cómo le reciben los parientes?

R. Mi mamá vive incluso hoy en Novosibirsk, la ciudad donde nací. Ahora organizo allá por segunda vez un festival que tendrá lugar dentro de unas pocas semanas. Se trata del Festival de las Artes Transiberiano. Será un festival bastante abarcador de cinco o seis ciudades, incluida Moscú, Novosibirsk, Krasnoyarsk. Esta es una de las más grandes acciones en mi vida. Es un proyecto grande e interesante. Y el hecho de que sea en mi patria chica le imprime un sentimiento muy especial.

P. Seguramente en el evento toman parte jóvenes artistas...

R. Tenemos una lista de participantes sumamente interesante. Este año vamos a contar con la participación de grandes artistas y directores como Charles Dituá, Leonard Slatkin, Jean Yves Thibaudet -ví que él también tomará parte en este Festival de Santo Domingo-, también Alexander Kniazev, y otros. Muy interesante es que tendremos el estreno mundial de una obra de Lera Auerbach, quien escribió para nuestro festival un magnífico concierto de violín. Un programa muy interesante no sólo musicalmente, tendremos exposiciones sobre el cine documental. La ciudad adquiere por esos días una atmósfera festivalera. En una atmósfera de fiesta musical y artística.

P. ¿Qué piensa de la llamada música contemporánea?

R. Me gusta buscar nuevas obras, y me gusta cuando los compositores escriben para mí. En pocos años este es el tercer concierto que me dedican. El año pasado se estrenó una obra de Benjamín Yusupov, quien escribió el concierto “Viaje por el mundo”, donde el violín toca grandes apostasías, tanto gitanas como improvisación jazzística y música antigua; en fin un concierto sumamente interesante. También un compositor como James MacMillan, del todo un compositor fantástico, que escribió para mí años atrás un Concierto para violín, el cual tocaré la semana próxima en Saint Louis, dirigido por David Eric Robertson. así que tengo una relación maravillosa con la música contemporánea, y la toco gustosamente. En mi repertorio hay música del siglo XX y hasta del siglo XXI.

P. Es muy importante para la gente del arte cómo ellos se relacionan con otras artes. ¿Qué otras manifestaciones Ud. asume con mayor satisfacción?

R. Todas. Mi esposa es bailarina, una de las más brillantes bailarinas contemporáneas, sino de la historia. Por esto no puedo ser indiferente al ballet, y con gran interés y deseo asisto a sus presentaciones y estudio algo. Es más, juntos tenemos presentaciones conjuntas que varias veces hemos mostrado en festivales que incluye la mezcla de la interpretación musical con movimientos que debemos comprender uno y otro y establecer un diálogo.

P. ¿Cuáles son sus compositores favoritos? He visto en su repertorio obras de Mozart, Sibelius, Chaikovsky...

R. Para mí esa es una pregunta sencilla. Al que vaya a tocar esa noche es mi compositor preferido. Hoy le toca a Sibelius, por cuanto voy a tocar su concierto.

P. ¿Cómo se ha sentido con la Orquesta del Festival?

R. Maravillosamente. Una atmósfera excelente. Jóvenes. Enérgicos. Tocan maravillosamente. El director es extraordinario, y tiene una comprensión magnífica, siente maravillosamente la lógica de mi interpretación y, además, le suma cosas bien interesantes de su parte. Por eso estoy muy satisfecho del ensayo.

P. Si le fuese encargado hacer un ranking de los mejores violinistas del mundo, ¿qué nombres mencionaría?

R. Esta es una pregunta muy difícil. Hay tantos violinistas de nivel, como gustos y personalidades interesantes. Por eso hacer un ranking puede sonar tonto. Claro que hay determinadas cosas fundamentadas por la gente, figuras como Heitfetz, Oistraj, Isaac Stern o Menuhin, quienes dejaron una huella increíble. Ellos son ídolos de cualquier violinista. Y aún así, entre estos grandes es difícil decir el número 1 es este. Ese no existe, desde mi punto de vista. Aunque seguramente Heifetz es el rey. De todos modos.

P. ¿Y Repin?

R. Yo trato de dejar mi propia huella en la música, y hago lo que siento necesario según me dictan mi lógica y mis sentimientos. Y la propia música, claro.

P. Última pregunta. ¿Qué opinión tiene de la vida actual en Rusia, lo que sucede en Ucrania, etc.?

R. La política es una cosa, y la vida es otra cosa totalmente diferente. Creo que en Rusia jamás hubo tanto bienestar como en los últimos años. Creo que han crecido muchos proyectos interesantes, los juegos olímpicos pasaron fantásticos, y se admira fácilmente un gran desarrollo. Sobre política puedo decir poco, porque...

P. Porque su política es el violín...

R. Sí, por cuanto soy músico, y sólo puedo hablar como persona. Claro me da lástima aquellas personas que ahora estuvieron dentro de esas acciones militares. Espero que estas acciones militares terminen, y que se encuentren soluciones políticas, porque se trata de un Estado muy grande, con intereses, y por eso hay que buscar soluciones políticas, para que ambos países se muevan paralelamente, y no uno contra otro.