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El cocinao del día de las elecciones

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El cocinao del día de las elecciones
El menú dependerá del acompañamiento etílico. (SHUTTERSTOCK)

SANTO DOMINGO. El dominicano nunca ha necesitado excusas para armar un “cocinao”. Y cuando llueve o simplemente se nubla, las razones simplemente aumentan. Pasado el susto inicial de sólo medio sábado de asueto, el “coro” tuvo que reagruparse y comenzar a preparar menús y picaderas para unas elecciones que se pronostican “bajo agua”.

Las elecciones generales, cada cuatro años, son el motivo perfecto para invitar o aceptar invitaciones para monitorear y contar votos, para hacer apuestas, celebrar la victoria o darnos el trago amargo de la derrota.

Lo cierto es que se quiera o no, el quince de mayo en la tarde noche comienza a cocinarse en gran parte del país. El menú va a depender del acompañamiento etílico, del presupuesto, de la cantidad de amigos que puedan sumarse y por supuesto, de su gusto personal.

Para no desentonar, confirmamos que nosotros también hicimos una encuesta, a boca de whatsapp, con una muestra de 150 personas de todo el país y el exterior, y con margen de error de 0%. Es, por mucho, la más precisa de todas las que se han realizado.

Gracias a los resultados de nuestra encuesta, pudimos determinar las características de la comida del día de las elecciones:

Tiene que engordar: No conozco a nadie que decida mantener la dieta el día que va a votar. ¡Es una fiesta nacional! Nuestra democracia se consolida con nuestra participación masiva y consciente, pero hay que ir bien desayunado y luego, a esperar comiendo. Si usted tiene deseos de mantener su dieta, cómase las uñas.

Tiene que ser salada y sustanciosa: A nadie tampoco se le ocurre ponerse a “hornear un bizcocho”, ni preparar una “créme brulée”. Es un día de platos salados, sustanciosos y con cierta cantidad de grasa para hacer estómago y aguantar resaca.

Tiene que “rendir”: Cualquier plato que se le ocurra preparar tiene que poder “multiplicarse” y acomodar tantas personas como puedan aparecer a celebrar o dar el pésame.

Tiene que aguantar “calentaos” o comerse a temperatura ambiente: Los resultados pueden tardar si el asunto se vuelve análogo, o la celebración decida prolongarse. Siempre habrá que esperar un tío que trabajó en una mesa electoral y cerraron tarde, o un primo que regresó de votar de Mao. El asunto es que debe haber algo de brindar para todo el que llegue.

Considerando lo anterior, y basado en las conclusiones de nuestra “encuesta”, estas son las comidas más populares y preparadas el día de elecciones.

Sancocho: Gana por barrida y en primera vuelta. Se considera el plato nacional de las celebraciones y se disfruta igual con muchas carnes o con una sola. Es capaz de ajustarse a múltiples presupuestos y sus cualidades rendidoras para grandes grupos y estómagos, no necesita ser explicada. En el mismo grupo de los sancochos, caen de lo más bien otros caldos, tipo cocidos o asopaos, acompañados de aguacate, el “aliado” por excelencia.

Locrios varios: Es la comida preferida de los barrios de nuestro país. Las carnes ahumadas aguantan fuera de nevera en caso de que la luz haga de las suyas. Los locrios son deliciosos, rendidores, salados y para todos los presupuestos. Además, ¿quién no se ha comido un locrio calentao?

Bar B Q: No se trata de una injerencia de la Embajada per se... la verdad es que son cada día más populares. Halan gente, huelen bien, y se ajustan a todos los presupuestos: Desde cortes importados con nombres de jolgorio y vinos tintos de añada, hasta unas salchichas tiradas al descuido que van muy bien con ensaladas, maíz, papas, yuca y cualquier bebida fría o con hielo con que desee acompañarlo.

Domplines guisados: Aunque es un plato regional, tiene miles de seguidores. Al igual que todas las opciones anteriores, rinde, harta y sobra. Es tan versátil como el locrio, y sumamente económico.

Como ven, hay opciones para todos los gustos y presupuestos, por lo que no tiene excusas para no cocinar. Tampoco tiene excusas para no ir a votar. Cumplamos con nuestro deber para poder reclamar nuestros derechos. Tempranito, eso sí, para que le dé tiempo para todo lo otro.

Himilcetejada@live.com

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