En el mes de la prevención del cáncer de mama

SANTO DOMINGO. En Diario Libre sumamos esfuerzos para informar a nuestros lectores de lo que los científicos han determinado como alimentos “protectores” del organismo en su lucha diaria contra las células cancerosas. La mayoría de las noticias señalan los alimentos que debemos “evitar”, pero pocos se enfocan en los que debemos consumir para fortalecer nuestras defensas contra un enemigo que no vemos y que se alimenta de nosotros mismos.

Frutas, vegetales y granos enteros son los cómplices naturales que no deben faltar en nuestra dieta diaria contra el cáncer Los científicos van más allá: piden a la gente a enfocarse en las tres A: anticarcinógenos, antiinflamatorios y antioxidantes.

Estos alimentos no deben faltar si lucha por su vida:

Granos enteros: la fibra contenida en los granos enteros puede bloquear la acción de ciertos carcinógenos y promover la diferenciación celular, haciendo mucho más fácil al organismo la tarea de identificar las células buenas de las malas, aparte de que al acelerar el barrido en el intestino, cualquier sustancia “peligrosa” no se queda el tiempo suficiente para hacer daño. Todos los cereales enteros como la avena, la cebada, el maíz, el arroz integral son buenas fuentes de fibra.

Habichuelas negras: Todos los granos son buenos, pero en el caso de las habichuelas negras hay una altísima concentración de antioxidantes en su piel, lo que las hace doblemente buenas. Disfrútelas en moros, habichuelas, sancochos, potajes....

Brócoli: Resulta que este vegetal tan simpático es una de las fuentes naturales más importantes de “sulforofano”, un componente que al decir de los científicos es lo suficientemente fuerte para inhibir las células cancerosas. Los estudios sugieren que el sulforofano estimula las enzimas anti-cáncer del cuerpo disminuyendo el crecimiento de las células que provocan el cáncer de mama y próstata.

Té verde: Aunque piense que no puede vivir sin el café despertador, déle un chance al té verde por la mañana. El tema con las células cancerosas es que crecen y mutan más allá de su ciclo de vida normal. Los compuestos especiales del té verde hacen que las celulas se comporten con normalidad. De 2 a 4 tazas es la recomendación diaria.

Soya: Algunos estudios sugieren que consumir productos derivados de la soya puede reducir el riesgo de padecer cáncer de mama y próstata. La soya contiene fitoquímicos que reducen la cantidad circulante de estrógeno en el cuerpo. Los especialistas recomiendan que más que suplementos, consuma la soya de forma natural en sus diferentes presentaciones.

Cúrcuma: Es la última de las especias milagrosas en el tratamiento del cáncer, así como un elemento alternativo en pacientes en tratamientos de quimo y radioterapia. Esta especia poco utilizada en nuestro país tiene características antiinflamatorias y funciona mejor si se combina con moderación con pimienta negra.

Berro: El berro es el mejor amigo del hígado, un órgano crucial en la prevención del cáncer y del bienestar en general. Hasta tres ramitas al día pueden hacer la diferencia para aquellos en riesgo de cáncer pulmonar.

En el mes de la prevención del cáncer de mama, de cualquier tipo de cáncer, elevemos la bandera del conocimiento y hagamos nuestro trabajo de cuidarnos y proteger a los demás.

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Himilce A. Tejada